Adriana Caselotti nació en 1916 en Brooklyn, Nueva York, en una familia de inmigrantes italianos. Su padre era un músico de origen italiano y su madre una actriz. Desde joven, Adriana mostró un gran talento para el canto y la actuación, y comenzó a hacer pequeñas presentaciones en programas de radio y teatro. En 1937, Walt Disney estaba buscando la voz perfecta para su nueva película de animación, "Blancanieves y los siete enanitos". Fue entonces cuando descubrió a Adriana, quien realizó una audición y impresionó a Disney con su voz aguda y dulce. Adriana fue contratada para dar voz a Blancanieves en la película, convirtiéndose así en la primera actriz de doblaje de la historia del cine. Su actuación fue aclamada por el público y la crítica, y se convirtió en un icono de la cultura pop. A pesar de su éxito en "Blancanieves y los siete enanitos", Adriana tuvo dificultades para conseguir otros papeles importantes en el cine. Después de hacer un pequeño papel en una película de 1939, se retiró de la actuación y se dedicó a enseñar canto y actuación en una escuela de Los Ángeles. Adriana falleció en 1997 a los 80 años, dejando un legado como la voz original de Blancanieves y una leyenda en la historia del cine.