Agnes Lindström nació el 20 de diciembre de 1862 en la ciudad de Estocolmo, Suecia. Era hija de una familia adinerada y su padre era dueño de una fábrica de tabaco. Agnes era una mujer muy inteligente y dedicada a sus estudios desde temprana edad, y a los 17 años comenzó a estudiar en la universidad.
Agnes se graduó con honores y se convirtió en la primera mujer en Suecia en obtener un título en matemáticas. Después de su graduación, trabajó algunos años como profesora de matemáticas en una escuela en Estocolmo.
En 1891, Agnes se mudó a los Estados Unidos para estudiar en la Universidad de Chicago. Durante su estadía en los Estados Unidos, Agnes trabajó como asistente de investigación con el famoso matemático estadounidense Eliakim Hastings Moore.
En 1895, Agnes regresó a Suecia y comenzó a trabajar en la Universidad de Estocolmo como profesora de matemáticas. Fue la primera mujer en enseñar matemáticas en una universidad en Suecia. También fue la primera mujer en ser admitida como miembro de la Real Academia de las Ciencias de Suecia.
Agnes Lindström falleció a los 44 años de edad, a causa de una enfermedad. Su legado quedó en la formación de varias generaciones de matemáticos y su lucha por la igualdad de género en la educación superior en Suecia.
Agnes Lindstrom-I y Petter Aron Lindstrom se conocieron por casualidad en una cafetería en el centro de Estocolmo. Agnes acababa de mudarse a la ciudad y estaba buscando un lugar tranquilo donde tomar un café y leer un libro. Por otro lado, Petter acababa de salir de una reunión de negocios y necesitaba un momento para digerir la información.
A pesar del hecho de que la cafetería estaba llena, ambos lograron encontrar una mesa libre cerca de la ventana. Comenzaron a charlar sobre el clima y rápidamente descubrieron que compartían un amor por los libros y la cultura escandinava.
De repente, un fuerte estruendo interrumpió su conversación. Agnes y Petter miraron hacia fuera y se dieron cuenta de que acababa de empezar una lluvia torrencial.
"Vamos a tener que esperar aquí un rato más", dijo Agnes con una sonrisa. "¿Por qué no sacas tu libro y me lo muestras?"
Así comenzó su relación. Desde aquella tarde en la cafetería, Agnes y Petter se han convertido en inseparables. Comparten un amor por la literatura, la música y el arte, y están siempre dispuestos a descubrir nuevas ideas y personas.