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Agostina Belli

Agostina Belli

Agostina Belli es una actriz ítalo-argentina nacida en 13 de abril de 1947 en Milán, Italia. Empezó su carrera artística como modelo antes de debutar como actriz en la película "El sabor de la venganza" en 1963. Después de protagonizar varias películas en Italia, en 1973 se mudó a España donde participó en numerosas producciones cinematográficas y televisivas de éxito como "El hombre de la isla", "El jardín de las delicias" y "La casa de las sombras". En 1977 regresó a Italia para seguir trabajando en el cine y en la televisión y en la década de los 80 también trabajó en Francia, en películas como "Une pierre dans la bouche". A lo largo de su carrera ha trabajado con directores tan destacados como Luis Buñuel, Mario Bava o Jean-Pierre Mocky. En la actualidad, Agostina Belli está retirada del cine y reside en Italia.

Relaciones amorosas

Fred Robsahm

Fred Robsahm

Esposo de Agostina Belli

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Fred y Agostina se conocieron en una fiesta con amigos en común. Se encontraron casualmente cuando estaban sirviéndose una copa en la barra. Agostina notó que Fred llevaba una camiseta con el logo de su banda favorita y comentó sobre ello. Desde ese momento comenzaron una conversación animada y descubrieron una gran afinidad musical. Decidieron intercambiar números y seguir en contacto. Poco después, se fueron juntos de concierto y desde entonces han compartido muchos otros eventos y aventuras juntos. Hoy en día, son grandes amigos y amantes de la música, siempre listos para descubrir nuevas bandas y artistas.

Paolo Pazzaglia

Paolo Pazzaglia

Pareja de Agostina Belli

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Agostina y Paolo se conocieron en una pequeña tienda de antigüedades en el corazón de Roma. Paolo estaba buscando una estatuilla de bronce para su colección, mientras Agostina estaba examinando algunos libros antiguos y grabados en madera.

Fue amor a primera vista. Se encontraron mientras examinaban el mismo objeto y comenzaron a hablar. Descubrieron su amor compartido por la historia y el arte, tus gustos similares en música y comida, y su amor común por viajar y conocer nuevas culturas.

Intercambiaron sus números de teléfono y empezaron a salir juntos, visitando museos, galerías de arte y restaurantes italianos. Agostina y Paolo se enamoraron profundamente y formaron una conexión especial que perduró a través del tiempo.

Finalmente, se casaron en una antigua iglesia romana y continuaron su vida juntos, compartiendo una pasión por el arte y la historia que nunca se apagó.

Agostina y Paolo demostraron que, a veces, las mejores historias de amor comienzan en los lugares más sorprendentes.