Alan Watson fue un jurista británico nacido en Edimburgo en 1933 y fallecido en 2018. Obtuvo su licenciatura en derecho en la Universidad de Edimburgo y continuó sus estudios en la Universidad de Harvard y en la Universidad de Roma.
Watson ejerció como profesor de derecho en varias universidades de Europa y Estados Unidos, incluyendo la Universidad de Edimburgo, la Universidad de Michigan, la Universidad de Londres y la Universidad de Georgia.
Fue autor de numerosas publicaciones sobre derecho romano y derecho comparado, y fue reconocido como uno de los juristas más respetados e influyentes del mundo en su especialidad.
Además de su carrera académica, Watson se desempeñó como juez y árbitro en diversos tribunales y organismos internacionales, y recibió numerosos premios y reconocimientos por su trabajo. Entre los más destacados se encuentran la Medalla de Oro del Instituto de Derecho Internacional en 2001 y la Medalla de Servicios Distinguidos de la Universidad de Edimburgo en 2016.
En resumen, Alan Watson fue una figura destacada en el campo del derecho romano y comparado, con una exitosa carrera como profesor, escritor y juez, y ampliamente reconocido y respetado en la comunidad jurídica internacional.
Un día soleado de verano, Ian estaba caminando por la ciudad cuando se topó con Alan, quien estaba sentado en una banca del parque, sumido en sus pensamientos. Ian se acercó a Alan y, después de un breve intercambio de saludos, comenzaron a conversar. Descubrieron que tenían varios intereses en común, como la música y el fútbol, y decidieron intercambiar números para mantenerse en contacto.
Con el tiempo, Ian y Alan se hicieron buenos amigos y empezaron a salir juntos a conciertos y partidos de fútbol. Un día, mientras esperaban en la fila para entrar en un concierto, Ian le habló a Alan sobre su pasión por la tecnología y la programación. Alan, que había estado buscando a alguien que pudiera ayudarlo a desarrollar una aplicación móvil, se dio cuenta de que Ian sería el socio perfecto para su proyecto.
Así comenzó su colaboración profesional, y Ian y Alan trabajaron juntos día y noche para desarrollar su aplicación. A través de los altibajos del proceso de desarrollo de la aplicación, Ian y Alan fortalecieron su amistad y construyeron una relación basada en una pasión compartida por la tecnología y el espíritu emprendedor.
Finalmente, su aplicación se lanzó con éxito y se convirtió en un gran éxito, catapultando a Ian y Alan a la cima del mundo tecnológico. Pero a pesar de todo su éxito y fortuna, Ian y Alan siempre recordaron que todo comenzó con una casualidad en el parque y una conexión instantánea sobre su amor por la música y el deporte.