Alan Wells es un atleta británico de carreras de velocidad nacido el 3 de mayo de 1952. Comenzó a destacar en su disciplina en la década de los 70, logrando importantes triunfos, como la medalla de oro en los 100 metros lisos de los Juegos de la Mancomunidad de 1978.
Sin embargo, su verdadero éxito llegó en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, donde se llevó la medalla de oro en los 100 metros lisos, convirtiéndose en el primer británico en lograrlo desde Jim Peters en 1954.
A pesar de haber sido uno de los principales favoritos para ganar una medalla en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984, Wells no pudo conseguirlo, y anunció su retirada poco después.
Después de su carrera como atleta, Wells se involucró en la capacitación de jóvenes deportistas, así como en la administración y la apuesta de carreras de caballos. En 2012 fue nombrado como una de las 50 mejores estrellas deportivas escocesas de todos los tiempos.
Barbara y Alan se conocieron en una cafetería en el centro de la ciudad. Ambos estaban esperando a un amigo que nunca llegó. Después de intercambiar algunas palabras, se dieron cuenta de que tenían mucho en común: ambos eran amantes de la música clásica y disfrutaban de las caminatas al aire libre. Decidieron compartir una mesa y comenzaron a charlar animadamente. El tiempo pasó volando y se dieron cuenta de que habían estado hablando durante tres horas seguidas. Al despedirse, intercambiaron números y se prometieron volver a encontrarse pronto. Desde entonces, se han convertido en grandes amigos y han compartido muchos momentos inolvidables juntos.
Claudia y Barrett se conocieron en una conferencia de negocios en Madrid. Claudia estaba en la ciudad por un proyecto y Barrett estaba allí como expositor. Después de su charla, Barrett se acercó a Claudia y le preguntó sobre su opinión acerca del tema de la conferencia. Claudia quedó impresionada por la seguridad y el conocimiento que tenía Barrett y continuaron conversando durante el resto del evento. Al finalizar, Barrett le dio su tarjeta de negocios a Claudia y le pidió que lo llamara si necesitaba cualquier cosa durante su estadía en Madrid. Desde ese momento en adelante, comenzaron a hablar regularmente y se convirtieron en amigos cercanos antes de convertirse en pareja.