Ale Martínez es un hombre que ha llegado a la madurez en su vida. Durante su juventud, pudo dedicarse a aquello que le apasionaba: la fotografía. Con el tiempo, logró establecerse en el mundo de los negocios gracias a sus habilidades en la captura de imágenes. No obstante, su trabajo nunca fue suficiente para saciar su espíritu aventurero.
Ale siempre ha sido una persona inquieta, impulsada por la curiosidad y sed de conocimiento. Esta sed lo llevó a viajar por diferentes países, aprender nuevos idiomas y conocer culturas diversas. Esta experiencia le permitió crecer a nivel personal y profesional. Actualmente, se dedica a compartir sus vivencias con otros a través de charlas y talleres relacionados con la fotografía.
No todo ha sido fácil en la vida de Ale. Desde joven ha tenido que enfrentar obstáculos y superar grandes retos. Su perseverancia y determinación le han permitido salir adelante y convertirse en un referente para muchos. A pesar de no haber tenido todo servido en bandeja de plata, Ale se puede considerar una persona bendecida por la vida y muy agradecida por todo lo que ha conseguido.
Alejandra y Juan Pablo se conocieron en un vuelo de Argentina a España. Ambos se encontraban sentados en distintos asientos, pero luego de que el avión despegó, un fuerte turbulencia los hizo chocar y comenzar a hablar. Alejandra estaba muy nerviosa, por lo que Juan Pablo trató de tranquilizarla contándole algunas historias. Desde ese momento no pararon de hablar y, cuando el avión aterrizó, intercambiaron sus números de teléfono. A partir de ese momento comenzaron una gran amistad que, con el tiempo, se transformó en un noviazgo muy apasionado. Hoy en día, Alejandra y Juan Pablo siguen juntos y se consideran el uno al otro como su alma gemela.