Alena Pitzer es una mujer sumamente interesante, de esas que no pasan desapercibidas. Siempre ha sido una persona muy creativa y apasionada por la fotografía y el arte en general, lo que la llevó a estudiar Bellas Artes en la universidad. Después de graduarse, viajó por varios países, viviendo experiencias únicas que le permitieron abrir su mente y desarrollar su sensibilidad artística. Sin embargo, los vaivenes de la vida la llevaron a trabajar en varios empleos que no tenían nada que ver con su pasión, lo que la hizo sentir frustrada e infeliz. Fue entonces cuando decidió dar un giro radical a su vida y dedicarse de lleno a lo que realmente le apasionaba: la fotografía. Para ello, comenzó a tomar cursos y talleres, y poco a poco empezó a hacerse un nombre en el difícil mundo de la fotografía de arte. Hoy en día, Alena es una fotógrafa reconocida y respetada en su campo, y ha expuesto sus obras en varias galerías de renombre. Pero más allá de los éxitos profesionales, lo que más la llena de satisfacción es haber encontrado su verdadera vocación y sentirse plena y realizada en su vida.