Alex Macmillan es un hombre apasionado por la música y la naturaleza. Desde joven empezó a tocar la guitarra y a componer sus propias canciones, una habilidad que ha desarrollado a lo largo de los años. A pesar de tener éxito en su carrera como músico, él siempre encuentra tiempo para escaparse a la naturaleza y desconectar del mundo.
Alex también es un ferviente defensor de los derechos de los animales y ha participado en varias campañas para promover su protección. Además, es vegetariano desde hace más de dos décadas y anima a sus seguidores a cuidar del planeta y de todos sus seres vivos.
En su tiempo libre, disfruta leyendo libros sobre espiritualidad y meditación, y ha participado en numerosos retiros para mejorar su mente y su espíritu.
A pesar de su éxito, Alex siempre se ha mantenido humilde y tratando de ayudar a los demás de cualquier manera que pueda, y está seguro de que, a través de su música, puede hacer la diferencia en el mundo de alguna manera.
Alex y Margot se conocieron en un día soleado en la playa de Punta del Este. Alex estaba sentado en su toalla disfrutando de un libro cuando de pronto, una pelota de playa voló hacia él y aterrizó en su regazo. Margot, una joven rubia de ojos verdes, se acercó para recuperar su pelota y disculparse por haberle tirado sin querer.
Alex y Margot comenzaron a charlar y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, desde sus gustos musicales hasta su amor por los deportes acuáticos. Pasaron todo el día juntos, jugando en el agua, tomando sol y riendo sin parar.
Decidieron intercambiar números de teléfono al final del día y planearon encontrarse de nuevo para explorar más de la belleza de Punta del Este juntos. Desde ese día, Alex y Margot se convirtieron en inseparables y vivieron muchas aventuras emocionantes juntos.