Alfred G. Vanderbilt (1877-1915) nació en una adinerada familia de Nueva York, dedicada a la banca y el transporte marítimo. Desde joven, mostró interés por los deportes y los negocios, y en 1903 se convirtió en el presidente de la compañía Vanderbilt Steamship Line.
Además de sus negocios, Vanderbilt destacó en el mundo de las carreras de caballos, donde ganó importantes premios y se convirtió en un líder en la industria de las carreras. También fue un defensor de los derechos de los animales, especialmente en la regulación del uso de fustas en las carreras.
Durante la Primera Guerra Mundial, Vanderbilt se ofreció como voluntario para servir en la Marina de Estados Unidos, donde recibió una comisión como teniente. Sin embargo, en mayo de 1915, mientras viajaba en el Lusitania, el barco fue torpedeado por un submarino alemán y Vanderbilt murió en el naufragio.
Su muerte fue una gran pérdida para la comunidad empresarial y de carreras de caballos, y su legado continúa siendo recordado en el mundo de las carreras y en la lucha por los derechos de los animales.
Alfred G. Vanderbilt y Robyn Smith tuvieron una relación sentimental a principios de la década de 1980. Vanderbilt era un empresario y heredero de una de las familias más ricas de Estados Unidos, mientras que Smith era una modelo y actriz estadounidense.
La relación entre Vanderbilt y Smith fue muy publicitada debido a la diferencia de edad entre ambos. Vanderbilt tenía 60 años cuando comenzó a salir con Smith, quien en ese momento tenía 28 años. La pareja fue fotografiada frecuentemente en eventos sociales y en viajes por todo el mundo.
Sin embargo, la relación entre Vanderbilt y Smith no duró mucho tiempo. En 1984, Vanderbilt y Smith se separaron y ella se mudó a California para continuar con su carrera como actriz. Vanderbilt se casó posteriormente con una mujer llamada Wendy Staub, con quien tuvo dos hijos.
Vanderbilt falleció en un trágico accidente de avión en 2005, mientras que Smith continúa trabajando como actriz y modelo. Aunque su relación fue breve, Vanderbilt y Smith dejaron una huella en el mundo del entretenimiento y la sociedad de su época.
Alfred G. Vanderbilt y Jean Harvey Vanderbilt eran padre e hijo respectivamente. Alfred era un prominente empresario y descendiente de una familia muy rica e influyente en los Estados Unidos. Desde joven, se involucró en los negocios de la familia y fue uno de los principales accionistas y financieros de la compañía de ferrocarriles de Nueva York y Harlem.
Jean, por otro lado, fue un piloto de carreras de autos y yates, y también un entusiasta de los deportes ecuestres. Participó en varias competencias a nivel internacional y ganó algunos reconocimientos.
A pesar de sus diferencias en intereses y experiencias de vida, ambos demostraron un fuerte vínculo de padre e hijo. Alfred apoyó y animó a Jean en sus actividades deportivas y fue un apoyo constante en su carrera. Además, también ayudó a financiar algunos de sus proyectos de inversión.
Tristemente, la vida de ambos fue marcada por tragedias. Alfred falleció en el naufragio del Titanic en 1912, mientras que Jean murió en un accidente de aviación en 1938. A pesar de esto, su legado sigue siendo recordado en la historia de los negocios y los deportes de los Estados Unidos.
Alfred G. Vanderbilt, Jr. y Jeanne Murray se conocieron en 1938 cuando ella le enseñaba equitación y se casaron en 1941. La pareja disfrutó de años de éxito en el mundo ecuestre y de carreras de caballos, construyendo una gran fortuna y haciéndose conocidos en el circuito de la alta sociedad.
Sin embargo, su matrimonio sufrió un gran golpe en 1945, cuando el barco en el que viajaban juntos, el SS Andrea Doria, se hundió frente a la costa de Nueva Inglaterra. Alfred logró sobrevivir, pero Jeanne no tuvo la misma suerte y falleció en el naufragio.
Alfred G. Vanderbilt, Jr. nunca se recuperó totalmente de la pérdida de su esposa y posteriormente se casó dos veces más, pero ninguna de sus relaciones tuvo la misma intensidad que la que tuvo con Jeanne Murray. A pesar de su triste final, la historia de amor entre Alfred y Jeanne sigue siendo recordada como una de las más apasionantes del mundo ecuestre y de las carreras de caballos.
Margo y Alfred G. Vanderbilt mantuvieron una relación romántica en los años 30, cuando Margo era una actriz en ascenso en Hollywood y Vanderbilt era uno de los millonarios más destacados de Estados Unidos. Se dice que se conocieron en una fiesta en la que ella había acudido con su entonces pareja, Eddie Duchin, y que allí mismo surgió la chispa entre los dos.
Su relación se hizo pública en 1937, y la prensa la consideró como una de las parejas más glamurosas de la época. Sin embargo, su idilio no duró mucho tiempo, y en 1938 rompieron, aunque nunca se supo a ciencia cierta cuál fue la razón.
Margo, cuyo verdadero nombre era María Marguerita Guadalupe Teresa Estela Bolado y Castilla y O'Donnell, llegó a Hollywood desde México en 1930 y participó en varias películas importantes de la época, incluyendo "Lost Horizon" y "The Leopard Man". Tras su ruptura con Vanderbilt, se casó con el productor de cine Eddie Judson, pero posteriormente se separaron y Margo se retiró del mundo del cine.
Por su parte, Alfred G. Vanderbilt era un empresario y multimillonario heredero de la fortuna de la familia Vanderbilt. Fue también un destacado deportista y participó en varios eventos de carreras de automóviles y carreras de caballos. Tuvo varios matrimonios a lo largo de su vida, incluyendo uno con la socialite Gloria Vanderbilt, con quien tuvo dos hijos. Murió en 1958 en un accidente de avión.
Alfred G. Vanderbilt y K.T. Stevens se conocieron y se enamoraron en una fiesta de Nochevieja en 1945. Ambos eran prominentes miembros de la alta sociedad de Nueva York en ese momento. Vanderbilt era heredero de una de las familias más ricas de Estados Unidos, mientras que Stevens era una actriz y modelo muy exitosa.
La pareja se casó en 1947 y tuvo dos hijos juntos. Sin embargo, su matrimonio fue breve, ya que Vanderbilt murió trágicamente a la edad de 51 años en un accidente de avión en 1958.
Después de la muerte de Vanderbilt, Stevens continuó su carrera como actriz y también trabajó como activista por los derechos de los animales. Falleció en 1994 a la edad de 74 años.
A pesar de su corto matrimonio, la relación entre Alfred G. Vanderbilt y K.T. Stevens fue una de las más conocidas y comentadas de la alta sociedad de Nueva York en la década de 1940 y 1950.
Alfred G. Vanderbilt y Virginia Field tuvieron una relación sentimental en la década de 1940. Vanderbilt era un millonario y heredero de la familia Vanderbilt, mientras que Field era una actriz británica que se mudó a Hollywood para perseguir su carrera como actriz. Se conocieron en una fiesta en la que Vanderbilt quedó cautivado por la belleza y el encanto de Field. Comenzaron a salir juntos y la prensa se interesó en su relación.
Sin embargo, a pesar de la notoriedad que su romance ganó, su relación no duró mucho tiempo. Se dice que Vanderbilt era un hombre mujeriego que disfrutaba de las mujeres hermosas y que no estaba interesado en establecer relaciones serias. Por otro lado, Field era una mujer joven y hermosa que estaba decidida a tener una carrera exitosa en Hollywood, lo que la llevó a trabajar duro y viajar mucho para cumplir con sus compromisos profesionales. Una vez, en una entrevista, Field declaró que nunca se había sentido realmente comprometida con nadie durante su vida amorosa, lo que sugiere que su relación con Vanderbilt nunca llegó a ser una prioridad para ella.
Después de su breve romance, Vanderbilt y Field siguieron caminos separados. Vanderbilt se casó más tarde con Margaret Veronica Emerson, una heredera de una familia adinerada de los Estados Unidos. Mientras que Field se casó con el actor norteamericano Paul Douglas en 1942 y permanecieron juntos hasta la muerte de Douglas en 1959. Luego, ella se casó con el productor británico Willard Parker y permaneció casada con él hasta su propia muerte en 1992.
Ginger Rogers y Alfred G. Vanderbilt tuvieron una relación sentimental en la década de 1930. Vanderbilt era un multimillonario heredero de la familia Vanderbilt, dueña de ferrocarriles y empresas navieras, mientras que Rogers era una famosa actriz de cine y bailarina.
Se dice que la pareja se conoció en una fiesta en Hollywood en 1932 y comenzaron a salir poco después. Aunque Vanderbilt estaba casado en ese momento, eso no impidió que la relación se desarrollara; de hecho, la prensa de la época se hizo eco del romance.
La relación de Rogers y Vanderbilt se mantuvo en secreto durante algún tiempo, pero eventualmente se hizo pública. Sin embargo, según los informes, a medida que pasaba el tiempo, la pareja comenzó a tener problemas debido a las diferencias en sus personalidades y estilos de vida. Vanderbilt era un hombre rico y sofisticado que disfrutaba de las carreras de caballos y otros deportes, mientras que Rogers era una mujer independiente y trabajadora que estaba enfocada en su carrera en Hollywood.
A pesar de sus problemas, Rogers y Vanderbilt siguieron saliendo durante varios años antes de finalmente separarse. Aunque la pareja nunca se casó, su romance sigue siendo parte de la historia del cine y la cultura pop de los Estados Unidos.
Manuela-Hudson y Alfred G. Vanderbilt tuvieron una relación romántica que se inició en la década de 1930. Vanderbilt fue un reconocido empresario y multimillonario de la época, mientras que Manuela-Hudson era una joven socialite y modelo.
Se dice que la pareja se conoció en un evento social en Nueva York en 1932 y rápidamente comenzaron a salir juntos. A pesar de la diferencia de edad entre ellos (Vanderbilt era 18 años mayor que Manuela), la relación prosperó y eventualmente se comprometieron en matrimonio.
Sin embargo, su amor fue trágicamente interrumpido por un accidente de aviación en 1937. Vanderbilt y Manuela-Hudson regresaban de una vacación en Europa cuando su avión se estrelló en Long Island, Nueva York, matando a todos los pasajeros a bordo. La noticia conmocionó al mundo de la sociedad de la época y la memoria de la pareja perdida ha perdurado desde entonces.
Alfred G. Vanderbilt y Anita Colby eran amigos cercanos y colaboradores en el mundo de los negocios y el entretenimiento.
Alfred G. Vanderbilt era un empresario y heredero de una de las familias más ricas de Estados Unidos. Era un importante inversor en la industria del cine y se le atribuye haber ayudado a financiar la carrera de la actriz Bette Davis. También fue un importante accionista en la compañía de ferrocarriles New York Central Railroad.
Anita Colby era una modelo y actriz estadounidense que se convirtió en una exitosa agente de talentos en la década de 1940 y 1950. Era conocida como "La Diosa de Hollywood" por su belleza y elegancia en la industria del cine.
Vanderbilt y Colby se conocieron durante la Segunda Guerra Mundial cuando ambos estaban trabajando para la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS), una agencia de inteligencia militar de Estados Unidos. Después de la guerra, Vanderbilt ayudó a Colby a establecerse como agente de talentos y la apoyó en su carrera.
Se dice que Vanderbilt también estuvo enamorado de Colby, pero nunca confirmaron públicamente una relación romántica. No obstante, la cercanía y la colaboración entre ambos perduró hasta la muerte de Vanderbilt en un accidente de avión en 1958. Colby fue una de las últimas personas en hablar con Vanderbilt antes de su trágico fallecimiento.
Margaret Lindsay y Alfred G. Vanderbilt tuvieron una breve relación amorosa en la década de 1930. Lindsay, actriz de cine estadounidense, y Vanderbilt, miembro de una prominente familia adinerada, se conocieron en una fiesta y rápidamente comenzaron a salir juntos.
A pesar de que la pareja parecía muy enamorada, su relación se vio interrumpida cuando Vanderbilt murió trágicamente en un accidente de avión en 1937. Lindsay quedó devastada por la pérdida de su amado y nunca volvió a casarse.
Aunque su historia de amor fue corta, Margaret Lindsay y Alfred G. Vanderbilt son recordados como una de las parejas más glamorosas de la década de 1930.
Alfred G. Vanderbilt y Toby Wing mantuvieron una relación durante varios años en la década de 1930. Vanderbilt, heredero de la fortuna del magnate ferroviario Cornelius Vanderbilt, era un playboy muy conocido en la alta sociedad de Nueva York, mientras que Wing era una actriz de cine joven y atractiva.
Los dos se conocieron en Hollywood, donde Vanderbilt estaba tratando de iniciar su carrera cinematográfica. Se enamoraron rápidamente y comenzaron una relación, a pesar de que Vanderbilt estaba casado en ese momento.
Aunque su relación fue bastante pública y se rumoraba que Wing era su amante, no duró mucho tiempo. En 1937, Vanderbilt se vio involucrado en un grave accidente marítimo en el que murió en el naufragio del buque de vapor SS Andrea Doria. Wing, después de la muerte de Vanderbilt, se retiró del cine y se casó varias veces.
A pesar de que la relación de Vanderbilt y Wing fue corta, sigue siendo recordada como una de las muchas historias de amor entre famosos de Hollywood de la época dorada.
Alfred G. Vanderbilt y Norma Shearer tuvieron una breve relación amorosa durante la década de 1920. Vanderbilt era un rico heredero de la familia Vanderbilt y un destacado magnate de los negocios, mientras que Shearer era una famosa actriz de cine de Hollywood.
Se conocieron en 1925 durante un viaje de Vanderbilt a Los Ángeles y pronto comenzaron un romance. A pesar de las diferencias de clase y estilo de vida, la pareja se llevaba bien y se les veía juntos en eventos sociales y de entretenimiento.
Sin embargo, la relación llegó a su fin en 1927 cuando Vanderbilt se casó con su primera esposa, Rachel Littleton. Shearer, por su parte, continuó con su carrera en Hollywood y se convirtió en una de las actrices más exitosas de la década de 1930.
A pesar de su corta duración, la relación entre Vanderbilt y Shearer sigue siendo recordada como una de las más intrigantes de la época dorada de Hollywood.