Alfred Smith

Alfred Smith nació en 1873 en la ciudad de Nueva York. Fue el tercer hijo de padres inmigrantes irlandeses y creció en la pobreza en los barrios bajos de la ciudad. A pesar de su dificultad para asistir a la escuela regularmente debido a la necesidad de trabajar para ayudar a su familia, Smith se educó por su cuenta y se convirtió en un aprendiz de carnicero a los 14 años. Más tarde, trabajó en una fábrica de papel y se unió a la Asociación Internacional de Trabajadores de la Papelería. En 1898, Smith comenzó su carrera política como asistente del jefe del distrito electoral del Partido Demócrata de la ciudad de Nueva York. En 1903, fue elegido para la Asamblea del Estado de Nueva York y en 1911, se convirtió en presidente de la Asamblea. En 1918, fue elegido gobernador de Nueva York y fue el primer católico en ocupar ese cargo. Fue reelegido tres veces más antes de postularse sin éxito para la presidencia en 1928. Smith fue un defensor de las reformas progresistas, incluido el sufragio femenino, la protección del consumidor y la regulación del trabajo infantil y las horas de trabajo para las mujeres. Durante su mandato como gobernador, también expandió el sistema de escuelas públicas y mejoró el sistema de transporte en Nueva York. A pesar de su carrera política exitosa, Smith enfrentó una gran cantidad de prejuicios y discriminación debido a su origen étnico e irlandés-católico. En la década de 1920, fue un importante defensor de la comunidad inmigrante y se opuso a la Ley de Cuotas de Inmigración de 1924. Smith murió en 1944 después de sufrir un ataque al corazón. A pesar de los desafíos que enfrentó en su vida, se le recuerda como un líder progresista y defensor de la justicia social.