Alfred Wright, Jr. nació el 17 de febrero de 1988 en Jasper, Texas, Estados Unidos. Era el menor de nueve hermanos y creció en una familia religiosa y cercana. Tuvo una educación universitaria y trabajó como terapeuta en un centro de rehabilitación.
El 7 de noviembre de 2013, desapareció mientras conducía su camioneta en su ciudad natal. Su familia y amigos iniciaron una búsqueda y, después de 18 días de búsqueda, encontraron su cuerpo sin vida en un área boscosa cercana. La autopsia inicial indicó que murió por una sobredosis de metanfetamina.
Sin embargo, la familia de Wright sospechaba que había algo más detrás de su muerte. La investigación de la policía fue criticada por no investigar adecuadamente la desaparición de Wright y, finalmente, se descubrieron inconsistencias en la autopsia inicial. La familia exigió una segunda autopsia y, finalmente, se reveló que Wright había sido víctima de homicidio.
Después de años de luchar por la verdad, en 2018, un jurado declaró a Shane Hadnot, amigo y conocido de Wright, culpable de su asesinato. Hadnot fue sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional. La desaparición y muerte de Alfred Wright, Jr. se convirtió en un símbolo de la discriminación racial y la falta de justicia en los Estados Unidos.
Joan Fontaine y Alfred Wright Jr. estuvieron casados durante cuatro años, de 1946 a 1950. Wright era un guionista, productor y director estadounidense, y su matrimonio con Fontaine fue su segundo matrimonio.
La pareja se conoció en una fiesta en Hollywood en 1944 y comenzaron a salir poco después. Se casaron en un pequeño servicio en el rancho de Fontaine en Santa Bárbara en 1946.
Sin embargo, la relación resultó ser tumultuosa y la pareja se divorció en 1950, citando diferencias irreconciliables. Fontaine atribuyó en gran medida el fracaso de su matrimonio a las exigencias de su carrera de actriz y las tensiones en la relación debido a estos compromisos.
A pesar del divorcio, la pareja mantuvo una relación amistosa y trabajaron juntos en la producción de la película You Gotta Stay Happy en 1948, en la que Fontaine actuó y Wright fue el productor ejecutivo.
Después de su divorcio, Wright se casó dos veces más y también tuvo una exitosa carrera en la industria cinematográfica en los años 50 y 60. Fontaine, por su parte, se casó tres veces más y siguió actuando en cine y televisión durante décadas, siendo reconocida por sus papeles en películas clásicas como Rebecca y Suspicion.
En general, la relación de Joan Fontaine y Alfred Wright Jr. fue una etapa importante en la vida personal y profesional de ambos, y aunque no funcionó como matrimonio, su colaboración en el cine puede ser considerada un éxito.