Amanda Moore era una mujer extremadamente dedicada a su trabajo. Llevaba más de veinte años en la misma empresa y era muy respetada por sus compañeros y superiores debido a su eficiencia y compromiso. A pesar de que su trabajo le consumía muchas horas, se las arreglaba para sacar tiempo y disfrutar de las cosas que más le gustaban. Era una ávida lectora y le encantaba viajar. Había visitado casi todos los continentes y planeaba realizar más viajes en el futuro. Además, era una gran amante del arte y de la música, y siempre que podía asistía a exposiciones o conciertos. Aunque no tenía pareja, Amanda tenía una red sólida de amigos y amigas con quienes compartía momentos únicos. Siempre estaba dispuesta a ayudar a los demás y era muy solidaria con las causas sociales. Amanda era una persona completa y feliz, que encontraba la felicidad en las cosas simples de la vida.