Amber Pierson

Amber Pierson había sido fotógrafa de moda durante la mayor parte de su carrera, pero después de años de trabajar en una industria obsesionada con el aspecto físico, decidió renunciar. En su lugar, empezó a fotografiar escenarios naturales y vida silvestre. Viajó a través de los Estados Unidos en su caravana retro, capturando imágenes vívidas y emocionantes que la habían llevado a exponer en galerías con renombre. En sus fotografías, se podían ver a menudo detalles que la mayoría de las personas habían pasado por alto: los matices de color en un ramillete de flores silvestres, la luz de la tarde que resaltaba el brillo de los ojos de una nutria. A medida que su negocio crecía, Amber se dedicaba a enseñar a otros a través de talleres fotográficos y charlas de motivación en conferencias de conservación natural. Cuando no estaba trabajando, disfrutaba del tiempo con sus perros y de acampar con su familia. En el raro evento en que se le podía ver con un maquillaje marcado o unos tacones altos, era siempre una sorpresa para aquellos que la conocían. En resumen, Amber había encontrado la felicidad en soltar el estereotipo típicamente glamoroso de la carrera en la fotografía de moda y encontrar consuelo en la belleza cruda e imperfecta del mundo natural.