Ananda Watson es una mujer que ha vivido intensamente. De joven, decidió estudiar artes plásticas en una universidad de Nueva York y allí descubrió su pasión por la escultura. Después de graduarse, viajó por Europa y Asia, sumergiéndose en diferentes culturas y nutriéndose de la diversidad del mundo.
A su regreso, comenzó a exponer sus obras en galerías y museos de prestigio, lo que le permitió darse a conocer en el mundo del arte contemporáneo. Sin embargo, Ananda no se conformó con ser una artista reconocida, sino que quiso utilizar su talento para contribuir al bienestar de los demás.
Así, creó un programa de arte-terapia para niños y jóvenes de bajos recursos, quienes encontraron en la expresión artística una vía para sanar sus traumas y potenciar su creatividad. Ananda también ha participado en diversas iniciativas en defensa de los derechos humanos y la igualdad de género.
Actualmente, Ananda sigue creando y exhibiendo sus esculturas, mientras continúa su labor humanitaria y su compromiso con la construcción de un mundo más justo y equitativo.
Adam y Ananda se conocieron en un evento de música en Nueva York. Adam estaba tocando en el piano y Ananda estaba en la audiencia. Ella quedó impresionada por el talento de Adam, y decidió acercársele para presentarse y felicitarlo por su presentación. Adam se sintió halagado por su comentario y comenzaron a hablar sobre su amor por la música. Descubrieron que tenían muchos puntos en común y una conexión instantánea. A partir de ese momento, comenzaron a trabajar juntos en proyectos musicales y se convirtieron en grandes amigos.