No hay información suficiente sobre la vida de André Bontempo disponible en línea. Es posible que se trate de una persona relativamente desconocida o bien, que su información personal no esté disponible públicamente.
Fue en una tarde soleada de verano en el parque de la Ciudadela donde Julia, una joven artista, involuntariamente chocó contra Andre, un apuesto abogado de negocios. Con un rubor en sus mejillas, Julia se disculpó por el accidente y Andre, cortésmente, le ayudó a recoger las pinturas que se habían esparcido por el suelo.
A partir de aquel instante, un brillo en los ojos de ambos se encendió y comenzaron a hablar, compartiendo sus gustos y aficiones. Julia le mostró sus acuarelas y Andre le contó sobre su amor por la fotografía.
Poco a poco, la tarde fue cayendo y Julia dio las gracias a Andre por su amabilidad. Entre risas y bromas, intercambiaron sus números de teléfono y prometieron mantenerse en contacto. Desde entonces, se convirtieron en inseparables amigos y, más adelante, en una enamorada pareja que siempre recordaría aquel día mágico en la Ciudadela.