Como modelo afroamericana en la década de 1950, Ann Corbitt tuvo que enfrentar la discriminación y las barreras raciales para conseguir trabajo en el mundo de la moda. Sin embargo, perseveró y se convirtió en una modelo de éxito, logrando contratos con importantes marcas y revistas. Fue una de las primeras modelos afroamericanas en aparecer en la revista Vogue. También fue activista por la igualdad racial y trabajó como mentora y maestra en escuelas de moda para estudiantes afroamericanos. A lo largo de su carrera, Ann Corbitt fue un símbolo de representación para la diversidad y luchó por abrir camino para las personas afroamericanas en el mundo de la moda.