Anna Pavlova fue una bailarina rusa nacida en San Petersburgo en 1881. Comenzó a estudiar ballet a una edad temprana y se unió al Ballet Imperial de San Petersburgo en 1899. Fue conocida por su estilo elegante y delicado, y se convirtió en una de las bailarinas más famosas de su tiempo.
En 1909, Pavlova se unió al Ballet de los Ballets Rusos de Sergei Diaghilev, donde interpretó algunos de sus papeles más icónicos, como 'La muerte del cisne'. Pavlova también fundó su propia compañía en 1911, la cual se convirtió en una de las más importantes del mundo.
Durante su carrera, Pavlova hizo giras por todo el mundo, llevando el ballet clásico a lugares que nunca antes habían visto una actuación en vivo. También fue una de las primeras estrellas del cine, apareciendo en varias películas mudas.
Pavlova murió en 1931, a la edad de 49 años, a causa de una neumonía. Continúa siendo recordada como una de las bailarinas más influyentes y emblemáticas de todos los tiempos.
Adolf Bolm y Anna Pavlova mantuvieron una relación artística y personal que duró muchos años. Bolm, de origen ruso, fue un bailarín y coreógrafo que se destacó en el ballet clásico y la danza moderna. Por su parte, Pavlova fue una aclamada bailarina de ballet rusa que se convirtió en una figura icónica de la danza a nivel mundial.
La relación entre Bolm y Pavlova comenzó en 1913, cuando ella se presentó en Chicago con su compañía de ballet. Bolm era el coreógrafo de la compañía y fue el encargado de crear varias obras de danza para el repertorio de Pavlova. Algunas de estas piezas incluían "Las Danzas Polovtsianas" y "La Muerte del Cisne".
Bolm y Pavlova también trabajaron juntos en la creación de su propia compañía de ballet, la "Pavlova-Bolm Ballet". En esta compañía, Bolm fue el director y coreógrafo principal, mientras que Pavlova era la estrella principal. La compañía obtuvo un gran éxito y se presentó en varios países, incluyendo Estados Unidos, Inglaterra y Rusia.
Además de su relación artística, Bolm y Pavlova también tuvieron una cercana relación personal. Según los informes, Bolm estaba enamorado de Pavlova y la admiraba profundamente. Pavlova también tenía una gran estima por Bolm y valoraba sus habilidades como coreógrafo y director.
La relación entre Bolm y Pavlova continuó hasta la muerte de Pavlova en 1931. Bolm continuó trabajando en el mundo de la danza y se convirtió en un respetado profesor y coreógrafo. La larga relación que tuvieron ambos sigue siendo recordada y celebrada por los amantes de la danza.