Annette M. Driesens no es una persona conocida públicamente. Por lo tanto, no se dispone de información suficiente para proporcionar un resumen de su vida.
Annette y Paul se conocieron en un atasco de tráfico en pleno centro de la ciudad. Ambos conducían hacia el mismo destino, un importante evento empresarial al que debían asistir. Al ver que no avanzaban en el tráfico, Paul decidió bajar de su coche para estirar las piernas y Annette hizo lo mismo unos minutos después. Al ver que ambos iban al mismo evento, empezaron a conversar y a intercambiar experiencias profesionales. Desde ese día, Annette y Paul se volvieron inseparables y ahora son socios de una empresa de consultoría de éxito.