Annie Smith fue una mujer afroamericana nacida en Virginia en 1850. A la edad de siete años, fue vendida como esclava a una familia en Carolina del Norte, donde trabajó en el campo de algodón hasta que fue liberada por la Proclamación de Emancipación en 1863. Después de la Guerra Civil, Annie se mudó a Washington DC, donde trabajó para el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Durante sus años en Washington, se unió a la iglesia metodista y se convirtió en una activista por los derechos civiles de los afroamericanos. En 1878, Annie se casó con Samuel Smith, un soldado veterano de la Guerra Civil. Juntos, tuvieron cuatro hijos y Annie continuó trabajando para el Tesoro hasta su jubilación en 1919. A lo largo de su vida, Annie también fue una activista por la igualdad de derechos para las mujeres y ayudó a fundar la Asociación Nacional de Mujeres Negras. Fue una voz destacada en la lucha por los derechos de las personas de color y participó en la Marcha de las Sufragistas de 1913 en Washington. Annie Smith falleció en 1936, pero su legado como defensora de los derechos civiles y la igualdad sigue siendo inspirador hasta el día de hoy.