Anton Dolin (1904-1983) fue un bailarín y coreógrafo británico nacido en Sliema, Malta. Se formó en la escuela de ballet rusa de Sergei Diaghilev en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, y luego en la Royal Ballet School de Londres.
En 1924, se unió a la compañía de Ballets Russes de Diaghilev y se convirtió en solista. Fue conocido por su técnica impecable y su elegancia en el escenario, especializándose en personajes románticos y dramáticos.
Después de la muerte de Diaghilev en 1929, Dolin se unió a otras compañías de ballet, incluyendo el Ballet Real Danés y el Ballet Real de Londres, donde se convirtió en primer bailarín principal.
En 1940, co-fundó el London Festival Ballet (ahora conocido como English National Ballet) con Alicia Markova, y se desempeñó como director artístico y principal coreógrafo. Durante su tiempo allí, creó muchas obras clásicas y modernas y ayudó a establecer la compañía como una de las principales de Europa.
A lo largo de su carrera, Dolin también actuó en películas y programas de televisión, y recibió muchos honores y premios, incluyendo la Orden del Imperio Británico.
Anton Dolin dedicó su vida al ballet y dejó un legado duradero en la danza clásica y moderna, tanto como bailarín como coreógrafo y director.
Anton Dolin y Jean Cocteau fueron dos figuras importantes en la escena cultural del siglo XX. Dolin fue un bailarín y coreógrafo inglés, mientras que Cocteau fue un poeta, escritor y director de cine francés. Ambos se conocieron en la década de 1920 en París, donde trabajaron juntos en varias producciones.
Dolin y Cocteau colaboraron en varias obras de ballet, incluyendo Les Maries de la Tour Eiffel en 1921 y La Chatte en 1927. También trabajaron juntos en el cine, donde Cocteau dirigió a Dolin en la película de 1946 La Belle et la Bête.
Además de su colaboración artística, Dolin y Cocteau también mantuvieron una relación personal. Aunque nunca se confirmó públicamente que fueran pareja, se sabe que Cocteau era abiertamente homosexual y que Dolin mantuvo relaciones con hombres a lo largo de su vida.
En su autobiografía, Dolin escribió sobre su relación con Cocteau, describiéndolo como "un lazo de amor platónico". También dijo que se sintió atraído por la personalidad excéntrica y creativa de Cocteau, así como por su talento artístico.
En general, la relación entre Anton Dolin y Jean Cocteau fue una combinación de amistad, colaboración artística y posible romance. Sus trabajos juntos siguen siendo recordados como innovadores y pioneros en la escena cultural de la época.
Anton Dolin y Sergei Diaghilev tuvieron una relación laboral y creativa muy estrecha, desde principios del siglo XX hasta la muerte de Diaghilev en 1929.
Dolin, un bailarín británico, hizo su debut en el ballet en Londres en 1921 y llamó la atención de Diaghilev, quien lo contrató para unirse a la compañía Ballets Russes como solista. Durante su tiempo en Ballets Russes, Dolin trabajó estrechamente con Diaghilev, quien lo apoyó y lo ayudó a desarrollar su carrera como bailarín y coreógrafo.
Diaghilev también fue fundamental en la formación de Dolin como artista, fomentando su interés en la danza moderna y la coreografía. Dolin creó su primera coreografía, "Carnaval", para Ballets Russes en 1923 con Diaghilev como mentor.
La relación entre Dolin y Diaghilev no siempre fue fácil. Diaghilev era conocido por ser un director difícil de complacer y a menudo era muy crítico con los bailarines y coreógrafos. Sin embargo, la dedicación de Dolin para el ballet y su respeto por Diaghilev como artista y mentor les permitió trabajar juntos con éxito.
Después de la muerte de Diaghilev en 1929, Dolin continuó su carrera como bailarín y coreógrafo, actuando en todo el mundo y creando más de 80 obras de danza. Sin embargo, su vínculo con Diaghilev siempre fue fundamental en su carrera y en su dedicación al ballet.