Anton Ferdinand es un ex futbolista profesional inglés nacido el 18 de febrero de 1985 en Peckham, Londres. Comenzó su carrera en el West Ham United en 2003, donde jugó durante cinco temporadas antes de ser transferido al Sunderland en 2008. Luego, jugó para el Queens Park Rangers (QPR), Reading y Saint Mirren antes de retirarse del fútbol en 2019.
Ferdinand también es conocido por su papel en un incidente racial con el jugador del Chelsea, John Terry, en 2011, donde Terry supuestamente le hizo un comentario racista. El caso fue muy publicitado y Terry fue procesado y declarado inocente.
Además de su carrera en el fútbol, Ferdinand ha estado involucrado en varias obras de caridad y en la lucha contra el racismo en el deporte. Ha sido embajador de Show Racism the Red Card, una organización benéfica que trabaja para combatir el racismo en el fútbol, y ha hablado públicamente sobre su propia experiencia con el racismo en el deporte.
Anton y Ferdinand se conocieron en un bar mientras disfrutaban de sus bebidas favoritas. Mientras tanto, Hannah estaba sentada en una mesa cercana, con su laptop abierta y trabajando en un proyecto. Anton notó su presencia y se acercó a ella para pedirle un consejo sobre un tema de diseño. Hannah, amablemente, le ayudó con su experiencia en el área. De repente, Ferdinand se unió a la conversación y los tres comenzaron a hablar sobre sus aficiones y gustos en común. Esa noche, Anton y Ferdinand se hicieron buenos amigos y comenzaron a salir a menudo. Eventualmente, Hannah se unió a su grupo y la amistad se fortaleció con el tiempo. Desde entonces, han compartido muchos momentos divertidos juntos y se han convertido en una familia elegida.
Anton y Ferdinand eran grandes amigos desde la infancia. Siempre se la pasaban juntos en la escuela y en sus ratos libres jugaban fútbol en el parque.
Un día, mientras caminaban por la calle, se encontraron con Keeley Hazell, quien estaba vendiendo churros en un puesto de la calle. Ambos se quedaron impresionados por su belleza y comenzaron a conversar con ella.
Fue entonces cuando descubrieron que Keeley también era fanática del fútbol y que sabía mucho sobre el deporte. Los tres comenzaron a hablar sobre los equipos favoritos y los jugadores más destacados.
Anton y Ferdinand estaban encantados con la simpatía y la belleza de Keeley, y le pidieron su número de teléfono para poder seguir hablando de fútbol e invitarla a ver juegos juntos.
Así fue como Anton, Ferdinand y Keeley se hicieron amigos y comenzaron a compartir su amor por el fútbol y la buena compañía. Y aunque ninguno de ellos esperaba encontrar una amistad tan especial en un puesto de churros en la calle, estaban agradecidos de haberse encontrado ese día.