Arabella Stuart nació en 1575 en Inglaterra. Era hija de Charles Stewart, Earl of Lennox y Elizabeth Cavendish. Desde joven, Arabella ostentaba una posición cercana a la línea de sucesión al trono inglés, ya que era bisnieta de Margarita Tudor, hermana de Enrique VIII.
Durante su juventud, la vida de Arabella estuvo marcada por la ambición de sus padres y de otros miembros de la nobleza que la rodeaban, quienes buscaban utilizar su posición para conseguir ventajas políticas. En 1603, cuando Jacobo I ascendió al trono inglés, se convirtió en una amenaza potencial para su nuevo gobierno.
En 1605, apareció en escena una trama concebida por Robert Catesby y otros católicos recelosos del gobierno protestante de Jacobo I. Esta conspiración sería conocida como la Conspiración de la Pólvora. Los conspiradores planeaban explotar el edificio del Parlamento con el objetivo de acabar con el rey y gran parte de su gobierno. Paralelamente, algunos de los conspiradores pensaron que sería una oportunidad ideal para secuestrar a Arabella y proclamarla reina.
La trama fue descubierta antes de que se pudiera llevar a cabo y los conspiradores fueron capturados y ejecutados. A pesar de que Arabella no estaba directamente implicada en la conspiración, los rumores sobre su posible proclamación como reina la hicieron sospechosa a los ojos de Jacobo I.
Después de ser interrogada y encarcelada en varias ocasiones, en 1610 Arabella intentó escapar de Inglaterra para unirse a su esposo, William Seymour, en Francia. Fue capturada y recluida en la Torre de Londres, donde murió en 1615, probablemente por inanición producto de la depresión y la desesperación.
Arabella-Stuart y Mark-Boxer se conocieron en una exhibición de arte en Londres. Arabella estaba admirando una pintura y Mark estaba parado al lado de ella. Comenzaron a conversar sobre el arte y luego descubrieron que compartían intereses similares en música y literatura. Intercambiaron números y comenzaron a salir juntos, explorando la ciudad y debatiendo sobre la política y la sociedad. Con el tiempo, su amistad se convirtió en una relación íntima y disfrutaron compartiendo sus pasiones entre sí. Se convirtieron en una pareja inseparable y siempre se apoyaron mutuamente en todo lo que hacían.