Armand Charles de La Porte de La Meilleraye nació el 11 de octubre de 1674 en Francia. Fue el tercer hijo de François de La Porte, primer duque de La Meilleraye y de su esposa Françoise de Cosnac.
En 1693, Armand se unió al ejército francés y luchó en varias batallas en Francia y en Flandes. En 1699, se casó con Françoise de Hautefort, con quien tuvo varios hijos.
En 1718, Armand fue nombrado gobernador de la provincia de Berry y, en 1720, fue elevado al rango de mariscal de Francia. Durante su carrera militar, también luchó contra los ingleses en la Guerra de Sucesión Española.
En 1732, Armand se retiró del ejército y se dedicó a la política. Fue nombrado gobernador de París en 1734, pero renunció en 1737 debido a la pérdida de su influencia en la corte francesa.
Armand Charles de La Porte de La Meilleraye murió el 21 de agosto de 1739 en su castillo en Meilleraye, Francia. Fue recordado como un destacado líder militar y político francés de su época.
Hortense Mancini fue una aristócrata italiana del siglo XVII, sobrina del cardenal Mazarino y conocida por su belleza y vivacidad. Conocida también como la Duquesa de Mazarin, tuvo varias relaciones amorosas a lo largo de su vida, entre ellas una con el Marqués Armand-Charles de la Porte de la Meilleraye.
Armand-Charles era un noble francés, miembro de la familia real y amigo de Mazarino. Se enamoró de Hortense desde el primer momento en que la conoció y, aunque estaba casado, comenzó una relación con ella. A pesar de la oposición de su familia y de la iglesia, la pareja se mantuvo junta durante varios años y tuvo una hija juntos, que falleció a los pocos meses de nacer.
Finalmente, la relación se terminó cuando Armand-Charles decidió retornar a su vida matrimonial y Hortense buscó refugio en Inglaterra, donde se casó con un soldado llamado Charles de Marsan. A pesar de que ya no estaban juntos, la correspondencia entre ambos continuó hasta la muerte de Mancini en 1699.
La relación entre Hortense Mancini y Armand-Charles de la Porte de la Meilleraye ha sido retratada en varias obras de ficción y ha fascinado a los historiadores durante siglos, puesto que ilustra una época de libertinaje y romanticismo en la nobleza europea.