Arthur Rubinstein fue un famoso pianista polaco nacido en 1887. Era uno de los pianistas más destacados de su generación y es considerado como uno de los grandes maestros del piano del siglo XX.
Rubinstein comenzó a tocar el piano a una edad temprana y pronto mostró un gran talento. A los 8 años comenzó a estudiar en el prestigioso Conservatorio de Varsovia y a los 17 años ya había realizado su primera gira por Europa.
Durante su carrera, Rubinstein interpretó una amplia variedad de obras de compositores como Chopin, Beethoven, Mozart y Brahms. También fue un gran defensor de la música española y fue muy elogiado por su interpretación de composiciones de Manuel de Falla.
Rubinstein realizó giras por todo el mundo, tocando en algunas de las salas de conciertos más famosas de Europa y América. También grabó una gran cantidad de discos, algunos de los cuales son considerados como clásicos.
Rubinstein recibió numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su vida, incluyendo la Legión de Honor francesa y el Premio Nacional de Artes de los Estados Unidos. Murió en 1982 a los 95 años en Ginebra, Suiza.
Arthur Rubinstein y Nela Młynarska tuvieron una relación amorosa y profesional que duró muchos años. Nela Młynarska era una pianista polaca que estudió con Rubinstein en su juventud. A medida que creció, también se desarrolló una relación romántica entre los dos.
En 1932, la relación de Rubinstein con Nela Młynarska se convirtió en un escándalo público cuando dejó a su esposa, Aniela, para casarse con Nela. La pareja se trasladó a París y comenzó una vida juntos.
Sin embargo, la relación no duró y después de unos años, Rubinstein se separó de Nela. A pesar de esto, los dos todavía trabajaron juntos profesionalmente y mantuvieron una relación amistosa.
En 1979, Nela Młynarska publicó una biografía de su amante titulada "Rubinstein en persona". En el libro, habla sobre la relación de Rubinstein con ella y con otras mujeres, y también describe su personalidad y su carrera musical.
Dagmar Godowsky fue la esposa del célebre pianista Arthur Rubinstein. Se conocieron en Berlín en 1932 cuando ella era una joven estudiante en la universidad y él ya era un pianista famoso. Después de un tiempo de cortejo, se casaron en 1936 en Nueva York.
La relación entre Dagmar y Arthur fue muy cercana y se mantuvo así durante toda su vida juntos. Ella lo acompañó en todos sus recitales y conciertos, y fue su apoyo constante durante sus 50 años de matrimonio. También tuvieron tres hijos juntos.
Además de ser su pareja de vida, Dagmar también fue una importante colaboradora en la carrera de Rubinstein. Ella escribió las notas de programa para algunos de sus conciertos más importantes y lo ayudó en cuestiones de negocios y finanzas.
La relación entre Dagmar y Arthur fue la envidia de muchos. Ella siempre estuvo presente para él y se ocupó de él con devoción hasta su muerte en 1982. Después de la muerte de Arthur, Dagmar se dedicó a mantener su legado vivo organizando conciertos en su memoria y ayudando a establecer una fundación en su honor.
Arthur Rubinstein y Lesley Jowitt se conocieron por casualidad en un concierto en París. Arthur estaba fascinado por la forma en que Lesley tocaba el violín, y ella quedó impresionada por la habilidad de Arthur en el piano. Después del concierto, se encontraron en el vestíbulo y comenzaron a hablar sobre su pasión por la música. Lesley mencionó que estaba buscando un pianista para tocar a dúo en un próximo concierto en Londres, y Arthur aceptó amablemente. Desde ese primer encuentro, Arthur y Lesley se hicieron amigos inseparables y colaboraron en numerosos proyectos musicales a lo largo de su carrera.
Arthur Rubinstein y Annabelle Whitestone se conocieron en la ciudad de París, en un concierto de música clásica en el que ambos estaban presentes como público. En un primer momento, la joven Annabelle no le prestó mucha atención al famoso pianista polaco, pero conforme transcurrió el concierto, sus ojos se fueron fijando en su figura en el escenario y en el virtuosismo de sus interpretaciones.
Después del concierto, Annabelle se dirigió hacia la salida junto a la multitud de asistentes, pero de repente se tropezó y cayó al suelo, dejando caer su bolso. Arthur, quien se encontraba a pocos metros de ella, se dio cuenta de la situación y se acercó para ayudarla a levantarse. Annabelle, avergonzada por la situación, agradeció su ayuda y ambos intercambiaron unas palabras.
A partir de aquel momento, se encontraron en diversos conciertos en los que ambos asistían, y poco a poco fueron entablando una relación de amistad que se fue fortaleciendo con el tiempo. Arthur quedaba impresionado por la pasión con la que Annabelle hablaba de música y ella se sentía cautivada por la elegancia y el talento del pianista.
Finalmente, en uno de los conciertos a los que asistieron juntos, Arthur le entregó su tarjeta y la invitó a uno de sus conciertos en solitario. Annabelle aceptó con entusiasmo y desde aquel momento, se convirtieron en inseparables amigos y confidentes, compartiendo su amor por la música y la cultura.
La relación entre Arthur Rubinstein e Irene Curzon, la segunda baronesa Ravensdale, fue una amistad cercana que se mantuvo durante décadas.
Irene Curzon era una amante de la música y frecuentaba los escenarios de conciertos en Europa, incluyendo los conciertos realizados por Rubinstein. Se conocieron en Londres en la década de 1920 y desde entonces mantenían una relación amistosa.
Rubinstein solía hospedarse en la casa de Curzon en Londres cuando se encontraba de gira por Europa y a menudo recibía invitaciones para asistir a las fiestas que ella organizaba en su casa. En su autobiografía, Rubinstein habló sobre su amistad con Curzon y la describió como una persona inteligente y apasionada por la música.
Curzon también fue una defensora y promotora de la música clásica, y trabajó en la administración de la orquesta Filarmónica de Londres. Además, fue la fundadora del Festival Internacional de Música de Bath en 1948.
La relación entre Rubinstein y Curzon duró toda la vida, y cuando ella falleció en 1960, él le dedicó un concierto en París en su honor.