Arthur Wellesley, el Conde de Mornington, nació en 1769 en una familia rica y noble de Irlanda. Tras una educación excelente en Eton y en la Universidad de Anglia Oriental, se unió al ejército británico y fue destinado a la India. Durante su tiempo en la India, Wellesley tuvo varias victorias militares importantes y ganó fama como uno de los mejores comandantes británicos en el país. En 1803, regresa a Europa para luchar en las Guerras Napoleónicas, donde recibió el mando del ejército británico en la península ibérica. A pesar de algunos reveses y desafíos políticos, Wellesley termina ganando la Guerra Peninsular y derrota al ejército napoleónico en la Batalla de Waterloo en 1815. Como resultado, fue creado Duque de Wellington y se convirtió en una leyenda en Gran Bretaña. En su vida posterior, Wellington sirvió como primer ministro y continuó siendo un héroe nacional. Murió en 1852, a los 83 años, y fue enterrado con grandes honores en la Catedral de San Pablo. Hoy en día, sigue siendo un ícono de la historia militar británica.