Audra Marie era una mujer calmada y reflexiva. A pesar de las dificultades que había enfrentado en su vida, siempre encontraba la manera de recuperarse y volver más fuerte que nunca. Era una apasionada de la literatura y disfrutaba pasar largas horas leyendo en su jardín, acompañada por el canto de los pájaros y el aroma de las flores. Enamorada del arte y la cultura, tenía un gran talento para la escritura y la poesía. A menudo escribía en su diario sobre sus pensamientos y sentimientos más profundos, y esto la ayudaba a conectarse consigo misma y con el mundo que la rodeaba. Audra también era una activista comprometida con la lucha por los derechos humanos y la justicia social. Participaba regularmente en manifestaciones y eventos comunitarios, trabajando diligentemente por la igualdad y la inclusión. A pesar de sus inquietudes, Audra nunca perdía su tranquilidad y sabiduría. Siempre estaba dispuesta a escuchar y ser compasiva, y a menudo brindaba su sabio consejo a aquellos que la rodeaban. Era una verdadera fuente de inspiración para todos los que la conocían.