Augusta Holmès (1847-1903) fue una compositora francesa de origen irlandés que a menudo se considera como una de las primeras mujeres compositoras de la era moderna. Nació en París y su padre era el poeta y novelista irlandés Alfred Austin. Desde joven, Holmès mostró un gran interés por la música y comenzó a componer a una edad temprana.
En 1865, Holmès se matriculó en el Conservatorio de París, donde estudió con César Franck, entre otros. También asistió a clases con Franz Liszt en Weimar, Alemania. Su música abarcó una amplia gama de géneros, incluyendo ópera, música de cámara, sinfonías y canciones. Una de sus obras más conocidas es la ópera "La Montagne noire", que se basa en un poema escrito por su padre.
Holmès fue una figura importante en la vida cultural de París, y su salón fue un punto de encuentro para artistas y pensadores. Entre sus amigos se encontraban el poeta Stéphane Mallarmé y el pintor Édouard Manet. Holmès también fue una figura importante en el movimiento feminista francés, y luchó por la igualdad de derechos de las mujeres en el campo de la música.
Después de su muerte en París en 1903, Holmès fue olvidada durante décadas, pero en las últimas décadas ha habido un resurgimiento de interés en su trabajo. Muchas de sus obras han sido grabadas y su legado ha sido reivindicado como una figura importante en la historia de la música francesa y como una pionera en el campo de la composición femenina.
La relación entre Augusta-Holmes y Catulle-Mendes fue una historia de amor apasionada y tempestuosa que duró varios años a finales del siglo XIX.
Augusta-Holmes, nacida en París en 1859, era una compositora y musicóloga francesa de origen británico. A pesar de su talento, luchó por ser reconocida en el mundo de la música debido a su género y su origen extranjero.
Catulle-Mendes, por su parte, era un poeta, dramaturgo y crítico literario francés de ascendencia portuguesa. También era conocido por su amor por las mujeres y su estilo de vida bohemio.
Los dos se conocieron en París en la década de 1880 y rápidamente se enamoraron. Mantuvieron una relación apasionada que fue objeto de rumores y especulaciones en el círculo artístico parisino. Aunque nunca se casaron, tuvieron un hijo juntos en 1891.
La relación entre Augusta-Holmes y Catulle-Mendes fue tormentosa debido a las infidelidades de ambos y las tensiones creadas por la desigualdad en sus carreras. A pesar de estos obstáculos, siguieron amándose y apoyándose mutuamente hasta la muerte de Catulle-Mendes en 1909.
Augusta-Holmes, que había sido nombrada Chevalier de la Légion d'honneur en 1895, continuó trabajando en la música y la investigación hasta su muerte en 1903. Aunque su relación fue tumultuosa, Augusta-Holmes y Catulle-Mendes fueron dos figuras notables en la escena artística de finales del siglo XIX y principios del siglo XX en París.