Austin Feilders es un personaje ficticio y, por lo tanto, no tiene una vida real que pueda resumirse.
Cosima y Austin se conocieron en una galería de arte en París mientras admiraban una exposición de pinturas abstractas. Austin se acercó a Cosima y le preguntó qué pensaba de las obras de arte, empezando así una conversación animada sobre la creatividad y la expresión artística. A partir de ahí, se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, como su amor por la música clásica y su pasión por viajar. Decidieron quedarse en la galería hasta que cerró y continuar la charla en un café cercano. Desde entonces, han sido inseparables y juntos han compartido muchas aventuras y experiencias fascinantes.