Austin Kincaid
Austin Kincaid era un hombre enigmático. Había vivido una vida llena de aventuras y experiencias que solo se podían entender si uno conversaba con él. Trabajaba en un bar en el centro de la ciudad, un lugar que, para muchos, era solo un sitio para beber y olvidar los problemas. Pero para Austin era una oportunidad de conocer a personas interesantes y escuchar sus historias. Aunque su bar favorito estaba lleno de gente joven, Austin parecía encajar perfectamente con el ambiente. Era como si su alma fuera joven, aunque su cuerpo ya había vivido más de lo que la mayoría de los encargados del bar hubieran experimentado. Austin tenía un don para contar historias y siempre encontraba la manera de hacer que cualquier conversación fuera interesante. Aunque era un hombre solitario, nunca se sentía solo. Las experiencias que había vivido en su vida eran como amigos invisibles que siempre lo acompañaban. Y aunque la mayoría de la gente que entraba a su bar no sabía más que su nombre, Austin siempre encontraba la manera de hacer que se sintieran en casa.
