Austin Smithard es conocido por ser un amante de la cocina y un apasionado de los viajes. A menudo se le ve probando nuevos platos y experimentando con ingredientes exóticos para crear sus propias creaciones culinarias. Ha viajado por todo el mundo en busca de inspiración para sus recetas y ha aprendido técnicas de cocina de algunos de los mejores chefs del mundo.
Además de su amor por la cocina, Austin también es un apasionado de la naturaleza y la aventura. Ha escalado algunas de las montañas más altas del mundo y ha practicado deportes extremos como el paracaidismo y el ala delta.
A pesar de su vida emocionante, Austin también es un defensor del bienestar mental y físico. Practica yoga regularmente y medita para mantenerse equilibrado y centrado.
En su tiempo libre, Austin disfruta de la lectura de novelas históricas y de suspense, así como de escuchar música jazz. Como filántropo, ha contribuido a varias organizaciones benéficas que buscan mejorar la vida de las personas en todo el mundo.
Austin y Kaela se conocieron en un pequeño café en Nueva York. Ambos estaban esperando en la fila para ordenar su café de la mañana y se dieron cuenta de que estaban usando la misma camiseta de una banda indie poco conocida. Comenzaron a hablar sobre la banda y encontraron muchas similitudes en sus gustos musicales y en sus vidas en general. Decidieron sentarse juntos y charlar más y compartieron varias tazas de café mientras hablaban sobre todo, desde música hasta política. Finalmente, intercambiaron números de teléfono y comenzaron a salir juntos. Desde entonces, han disfrutado de muchos conciertos, cenas y aventuras juntos y nunca han dejado de hablar sobre la banda que los unió por primera vez en ese café.
Austin y Elizabeth se conocieron en el rodaje de una película independiente llamada "El amor en la granja". Ambos interpretaron a los protagonistas y desde el primer día sintieron una conexión especial. Durante las largas horas de grabación, compartían risas y conversaciones profundas. Parecía que se conocían desde siempre y que habían estado esperando el momento adecuado para encontrarse. A medida que avanzaba el rodaje y que la tensión romántica aumentaba en la película, también lo hacía en la vida real. Finalmente, después de meses de amistad, Austin se animó a pedirle a Elizabeth que saliera con él. Ella aceptó encantada y juntos comenzaron una hermosa historia de amor que ha durado ya varios años. Cada vez que ven "El amor en la granja", recuerdan con cariño aquellos primeros días en los que se conocieron y se enamoraron en la granja ficticia que había sido el escenario de la película.