Ava Johnson siempre supo cómo hacer que las cosas sucedieran. Desde joven, con una mente ágil y astuta, nunca dejó que las dificultades la detuvieran en su camino hacia el éxito. Con perseverancia y determinación, logró convertirse en una exitosa empresaria, convirtiendo su pequeña empresa en una marca líder en el mercado.
Pero su éxito no se debió solo a su inteligencia y habilidades empresariales, sino también a su capacidad para construir relaciones sólidas. Es un apoyo y una fuente de inspiración para su familia y amigos, y siempre ha sido conocida por ser un gran mentor para los jóvenes de su comunidad.
Sin embargo, como todas las personas, Ava enfrenta desafíos personales. Su doloroso divorcio la dejó con el corazón roto y pasó por momentos oscuros en los que no sabía cómo avanzar. Pero, fiel a su naturaleza, se levantó de nuevo y aprendió a amarse a sí misma antes de amar a alguien más.
Ava Johnson es una verdadera luchadora, una líder nata y una persona de confianza para aquellos que la rodean.
Era un día soleado en la ciudad cuando Ava-Johnson caminaba por las calles hacia su trabajo en una tienda de ropa. De repente, un balón de barrio apareció volando por el aire y se dirigió hacia ella en dirección. Pero antes de que llegara a la cabeza de Ava, alguien lo golpeó en el aire y lo devolvió al campo de juego cercano. Girando a su alrededor, Ava vio a un chico guapo de cabello largo y una sonrisa genuina en su cara, con una raqueta de tenis en la mano. Él le guiñó un ojo y se fue corriendo hacia el campo de juego.
No fue hasta después del trabajo cuando Ava vio al joven de nuevo, esta vez en un torneo de tenis local. Ella estaba sentada en la multitud disfrutando del juego cuando se acercó a su lado un niño pequeño. Era el hermano menor del chico del campo de juego que había golpeado el balón de barrio. El niño estaba buscando a su hermano, Aaron, y no podía encontrarlo en ningún lado de la arena. Ava estaba preocupada por el chico y decidió ayudarlo a buscar a su hermano.
Al cruzar la arena, Ava encontró a Aaron preparándose para el próximo partido. Él estaba contento de ver a su hermano menor y también agradecido a Ava por su ayuda. Después del juego, Ava y Aaron charlaron un poco y sintieron una conexión inmediata. Y así comenzó su historia de amor, gracias a un balón de barrio y un hermano pequeño en busca de su hermano mayor.