Baroness Gösta von dem Bussche-Haddenhausen (1914-1996), también conocida como Anne-Marie-Louise von dem Bussche, fue una importante agente y espía alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Nacida en una familia aristocrática en Alemania, se casó con Gösta von dem Bussche-Haddenhausen, un oficial de la Wehrmacht, y se mudaron a Berlín.
Después de la invasión de Francia por parte de los alemanes en 1940, la baronesa von dem Bussche-Haddenhausen, quien tenía una gran habilidad para los idiomas y contactos de alta sociedad, entró en contacto con los servicios de inteligencia alemanes. Fue entrenada en espionaje, sabotaje y comunicaciones secretas en la Escuela de Guerra de la Abwehr, y realizó varias misiones encubiertas en Francia y España.
En 1943, la baronesa von dem Bussche-Haddenhausen fue capturada por la Gestapo después de que su esposo conspirara en un intento fallido de asesinato contra Adolf Hitler. Fue torturada y encarcelada, pero logró sobrevivir gracias a su habilidad para manipular a sus interrogadores y a su intenso entrenamiento en resistencia a la tortura.
Finalmente fue liberada después de la guerra y se mudó a Estados Unidos, donde se convirtió en ciudadana estadounidense y trabajó para el gobierno en varios puestos relacionados con la inteligencia. Falleció en 1996 en California a la edad de 82 años.
Claus Felix von Amsberg y Baroness Gösta von dem Bussche-Haddenhausen fueron una pareja casada. Claus Felix von Amsberg nació en Alemania en 1926 y fue diplomático y alto funcionario público. En 1966 se casó con la aristócrata holandesa Beatrix, quien sería más tarde la reina de los Países Bajos.
Por otra parte, la baronesa Gösta von dem Bussche-Haddenhausen, nació en 1941 y fue una aristócrata alemana que se casó con Claus von Amsberg después de que este enviudara de su primera esposa, la princesa Beatrix de Holanda. El matrimonio tuvo tres hijos juntos.
La relación de Claus y Beatrix fue más que exitosa, con 33 años de matrimonio, tuvieron tres hijos y lograron mantenerse a salvo de los escándalos de los demás miembros de la realeza. Sin embargo, el fallecimiento de Claus en 2002 fue un golpe muy duro para la reina Beatrix.