Becky Savage es una madre de Indiana que perdió a dos de sus hijos adolescentes en 2015 debido al consumo excesivo de drogas. Su hijo Nick y su hija Jacklyn, de 19 y 18 años respectivamente, murieron esa noche a causa de una sobredosis de opioides.
Desde entonces, Becky se ha convertido en una defensora de la educación sobre el abuso de drogas y el manejo adecuado de los medicamentos recetados. Ha compartido su historia personal en varias plataformas y ha hablado en público para crear conciencia sobre los peligros del abuso de drogas.
Becky ha colaborado con diversas organizaciones, incluida la Fundación para la Prevención de la Farmacodependencia, a la que donó un porcentaje de las ganancias de su libro "Choose to Live: Our Family's Journey after Losing Two Sons to the Opioid Crisis". También ha trabajado en estrecha colaboración con la Administración de Control de Drogas de EE. UU. y ha testificado ante el Congreso de EE. UU. sobre el problema de la crisis de opioides en el país.
El objetivo principal de Becky es educar a padres y jóvenes para que estén conscientes de los riesgos de las drogas y la importancia de usar los medicamentos de manera responsable. Su trabajo ha ayudado a muchas familias a prevenir la adicción a los opioides y ha inspirado a muchas más a hablar sobre el tema.
Becky-Savage y John-Holmes se conocieron en una noche de karaoke en un bar de Nueva York. Mientras Becky cantaba "I Will Always Love You" de Whitney Houston, John se acercó al escenario y comenzó a cantar a dúo con ella. Después de la canción, Becky y John se quedaron charlando toda la noche sobre su amor mutuo por la música y la comida italiana. Desde entonces, han sido inseparables y tocan juntos en un grupo de música llamado "Los Enamorados del Karaoke".
Becky-Savage y Wesley-Emerson se conocieron de manera fortuita mientras caminaban por el centro de la ciudad. Becky estaba buscando una tienda de ropa vintage y se perdió en las calles laberínticas del casco antiguo. Wesley, por su parte, había salido del trabajo y tomaba un camino diferente al habitual para cambiar de aires. Fue así como se encontraron en una calle estrecha y se dieron cuenta de que ambos estaban perdidos. Juntos emprendieron una búsqueda divertida y sin afanes por el centro histórico, intercambiando historias y risas por el camino. Al final, aunque no encontraron la tienda de Becky, descubrieron que tenían muchas cosas en común y que disfrutaban mucho el tiempo juntos. Desde ese día, se volvieron inseparables y comenzaron una linda historia de amor.