Belinda Brown es una mujer afroamericana que creció en una familia pobre en el barrio de Harlem, Nueva York. De pequeña, sufrió el abandono de su padre y tuvo que lidiar con una madre alcohólica que la maltrataba física y emocionalmente. A pesar de todo, Belinda siempre destacó por su inteligencia y habilidades artísticas. En su adolescencia, Belinda se enamoró de un chico con el que empezó una relación sentimental complicada, llena de altibajos. Tras varios años de altas y bajas, Belinda decidió terminar la relación y mudarse a Los Ángeles para perseguir sus sueños de ser actriz. En Los Ángeles, Belinda tuvo que enfrentarse a la discriminación y el racismo a la hora de conseguir trabajos en el mundo del cine y la televisión. Sin embargo, su talento y perseverancia la llevaron a trabajar en varias producciones teatrales y programas de televisión, aunque siempre en roles pequeños. Belinda también cayó en la adicción a las drogas y el alcohol, lo que la llevó a perder trabajos y sufrir varias crisis personales. Sin embargo, logró salir de la adicción y dedicarse a la música y la escritura. Actualmente, Belinda sigue trabajando como artista y activista social, luchando por los derechos de las mujeres y las minorías étnicas.