Ben Freeman era un hombre apasionado por la música desde pequeño. A los 15 años, aprendió a tocar la guitarra y desde entonces, no ha dejado de componer y crear música propia. Al terminar sus estudios, decidió dedicarse por completo a su pasión, por lo que se unió a una banda local donde era el vocalista y compositor principal. Sin embargo, la banda no duró mucho tiempo y Ben decidió seguir su carrera en solitario. Fue entonces cuando empezó a grabar en su pequeño estudio casero y a presentarse en bares y eventos locales. Poco a poco, su música empezó a tener mayor reconocimiento y comenzó a ser escuchado por personas dentro y fuera del país. A pesar del éxito que ha obtenido a lo largo de los años, Ben nunca ha perdido su humildad y sigue dedicando gran parte de su tiempo a apoyar a otros artistas locales y a participar en eventos benéficos. La música sigue siendo su pasión y su forma de vida, y no hay nada que lo haga más feliz que compartir su arte con el mundo.