Bénédicte Lacoste es una deportista francesa nacida el 16 de junio de 1969 en Pau, Francia. Es conocida por su carrera en el tenis profesional y fue una de las jugadoras más destacadas de su país durante los años 90.
Comenzó a jugar al tenis a una edad temprana y en 1986, con solo 17 años, ganó el Campeonato Junior de Francia. Dos años después, en 1988, se convirtió en profesional y comenzó a jugar en torneos internacionales.
Lacoste alcanzó su ranking más alto en 1991, cuando llegó a ser la número 25 del mundo. A lo largo de su carrera, ganó dos títulos de la WTA (Asociación Femenina de Tenis), 11 títulos del ITF (Federación Internacional de Tenis) y participó en tres Juegos Olímpicos, representando a Francia.
Después de retirarse del tenis en 2002, se convirtió en entrenadora y trabajó como comentarista para la televisión francesa. También está involucrada en causas benéficas, especialmente en la lucha contra el cáncer.
En resumen, Bénédicte Lacoste es una exjugadora de tenis francesa que alcanzó el ranking número 25 del mundo y ganó dos títulos de la WTA. Después de retirarse, se convirtió en entrenadora y comentarista de televisión y está involucrada en causas benéficas.
Benedicte Lacoste y Marc Porel fueron una pareja de actores franceses que se conocieron en el set de la película "La Dernière Femme" (1976), dirigida por Marco Ferreri. La película mostraba una relación tumultuosa entre un hombre y una mujer, y la química entre los dos actores trascendió la pantalla.
Benedicte Lacoste y Marc Porel comenzaron una relación que duró varios años y trabajaron juntos en varias películas. Sin embargo, su relación fue complicada por el abuso de drogas y alcohol de Porel, y en 1983, Porel fue encontrado muerto en su casa debido a complicaciones relacionadas con su adicción.
Lacoste quedó devastada por la muerte de su pareja y pasó varios años luchando con su propio abuso de drogas y alcohol. Eventualmente, se recuperó y continuó trabajando en el mundo del cine y la televisión.
La historia de amor tumultuosa entre Benedicte Lacoste y Marc Porel ha sido recordada como una de las más icónicas y trágicas en la historia del cine francés.