Betty Baumgarten era una mujer de mentalidad fuerte y perseverante. No le importaban los obstáculos que la vida le presentaba, ella siempre encontraba una manera de superarlos. Desde joven tuvo un amor incondicional por la naturaleza, lo que la llevó a estudiar Biología y convertirse en una destacada investigadora en el campo de la conservación de la flora y fauna. Gracias a su trabajo pudo viajar a diferentes partes del mundo, donde conoció a personas interesantes y aprendió de sus culturas. Esta experiencia se reflejó en su forma de pensar y su estilo de vida, adoptando una filosofía de respeto y cuidado por el medio ambiente. Además, Betty disfrutaba de la música, especialmente de la música clásica, y la tocaba en su tiempo libre. En su casa, rodeada de plantas y piezas de arte, se sentía en paz y disfrutaba de su tiempo en soledad. Si bien su vida no fue fácil, siempre encontró una manera de sacar lo mejor de las situaciones difíciles y convertir los retos en oportunidades de crecimiento personal. Betty Baumgarten era sin duda una mujer inspiradora para quienes tuvieron la oportunidad de conocerla.