Billy Connors siempre ha sido un apasionado del arte, en particular de la pintura. Aunque nunca ha sido reconocido como un artista, ha trabajado arduamente en su arte durante décadas, siempre encontrando tiempo para pintar incluso mientras trabajaba en un empleo de tiempo completo.
Durante un tiempo, Billy estuvo involucrado en el mundo del graffiti, dejando su marca en innumerables paredes y edificios de su ciudad natal. Sin embargo, después de algunas experiencias cercanas a la cárcel, decidió dejar su hábito peligroso y en su lugar enfocarse en su arte en un ambiente más tradicional.
Hoy en día, Billy sigue trabajando en su obra, con la esperanza de algún día tener una exposición individual. En su tiempo libre, también actúa como mentor e inspiración para jóvenes artistas de su comunidad, instándolos a seguir sus pasiones y siempre seguir adelante con su arte a pesar de los obstáculos que puedan encontrar en el camino.
Billy-Connors y Seka se conocieron en una fiesta en la playa. Billy-Connors estaba tocando la guitarra y Seka se acercó para escucharlo cantar. Después de la presentación, se fueron a caminar por la playa y se dieron cuenta de que tenían una conexión única. Comenzaron a pasar tiempo juntos y a conocerse mejor. Billy-Connors le enseñó a Seka a surfear y Seka le enseñó a Billy-Connors a cocinar comida tailandesa. Después de muchos días de diversión en la playa, se dieron cuenta de que se habían enamorado. Desde entonces, han estado juntos y disfrutan de la vida en la playa de manera aventurera y apasionada.