Billy Wilder fue un director, guionista y productor de cine austríaco-estadounidense, nacido en 1906 en Galitzia, en el Imperio Austrohúngaro, y fallecido en 2002 en Beverly Hills, California, EE. UU. Wilder comenzó su carrera como periodista y escritor en Berlín, pero huyó del nazismo en 1933 y se trasladó a Hollywood. En la meca del cine, Wilder empezó a trabajar como guionista y director, y se ganó una reputación como uno de los mejores narradores y creadores de diálogos de la industria cinematográfica. Algunas de las películas más famosas que dirigió y/o escribió son: "Días sin huella" (1945), "Los apuros de un recluta" (1949), "Cupido no pierde" (1955), "Testigo de cargo" (1957), "Con faldas y a lo loco" (1959), "El apartamento" (1960) y "Primera plana" (1974). Wilder ganó seis premios Óscar a lo largo de su carrera, incluyendo Mejor Director y Mejor Guionista. Además de su trabajo en el cine, Wilder también fue un destacado activista en la lucha contra el racismo y la discriminación de género. Defensor de la libertad de expresión y del socialismo democrático, Wilder siempre mantuvo su independencia y su compromiso con la crítica social en sus películas y escritos. Hoy en día, Billy Wilder es recordado como uno de los cineastas más icónicos y talentosos de la historia del cine, una figura influyente que dejó una huella imborrable tanto en la industria del cine como en la cultura popular en general.