Bob Calhoun era un hombre de misterios. Siempre vestía de negro y llevaba gafas oscuras, lo que lo hacía parecer un personaje de película. No hablaba mucho, pero cuando lo hacía, tenía una voz profunda y pausada que obligaba a todos a prestar atención. Se había mudado a la pequeña ciudad de Lincoln hacía unos años y alquilaba una casa cerca del bosque. La gente rumoreaba que era escritor, pero nunca había presentado una novela. Lo que sí se sabía sobre él, es que era un solitario, no tenía amigos en la ciudad y pasaba la mayor parte del tiempo leyendo en la biblioteca del pueblo. A veces se lo veía caminando por el bosque, siempre solo, y se decía que era su lugar preferido para reflexionar. Su vida parecía una incógnita, pero todos coincidían en que había algo en su mirada que inspiraba respeto y curiosidad.