Bona Sforza

Bona Sforza fue una noble italiana que se convirtió en reina de Polonia y luego se dedicó a las intrigas políticas y el enriquecimiento personal en el Reino de Nápoles. Nació en Milán en 1494 y se casó con Segismundo I de Polonia en 1518. Durante su reinado en Polonia, Bona destacó por su interés en el arte y la cultura, pero también por sus esfuerzos para consolidar su poder y el de su familia. Tras la muerte de su esposo en 1548, Bona viajó a Nápoles para gobernar el reino en nombre de su hijo, Giovanni. En Nápoles, Bona se involucró en intrigas políticas y ganancias financieras, llegando a ser acusada de envenenar a varios de sus oponentes. También promovió el comercio y la agricultura en la región, pero se ganó la antipatía de la población local debido a su comportamiento arrogante y su indiferencia hacia las necesidades de los más pobres. Bona murió en Nápoles en 1557, y su reputación en la historia ha sido controvertida. Aunque algunos la ven como una líder apasionada y talentosa, otros la desprecian por su falta de empatía hacia los menos afortunados y por su disposición a utilizar cualquier medio necesario para mantener y expandir su poder.