Bonita

Bonita siempre había sido una mujer fuerte e independiente. Después de haber pasado por un divorcio difícil, decidió enfocarse en su carrera y en su vida como madre soltera. Trabajaba como gerente en una empresa grande y tenía dos hijos adolescentes que cuidaba con dedicación. A pesar de haberse enfrentado a muchos desafíos, Bonita nunca se permitió flaquear. Siempre se mantuvo firme en sus convicciones y logró superar cualquier obstáculo que se le presentara. En su tiempo libre, le gustaba salir a correr por los senderos del bosque cercano a su casa o relajarse con un buen libro. Aunque se sentía a veces agotada, nunca dejaba de sonreír. Para ella, la vida era una aventura y estaba dispuesta a disfrutar cada momento. Ahora que sus hijos eran mayores y más independientes, Bonita estaba lista para embarcarse en una nueva etapa de su vida y estudiaba opciones de viajes y destinos nuevos.