Boze Hadleigh es un escritor y actor canadiense. Nació en Canadá en 1949 y creció en la ciudad de Toronto. Durante su juventud, fue un ávido lector y eventualmente se interesó por la escritura y la actuación.
En 1973, Hadleigh comenzó a trabajar como actor de teatro y televisión en Toronto y ha actuado en una variedad de producciones durante su carrera. También ha incursionado en la escritura y ha publicado varios libros que abordan temas relacionados con el entretenimiento.
Además de su trabajo como escritor, Hadleigh ha trabajado como locutor de radio y ha sido un activista LGBTQ+ durante muchos años. Ha producido y actuado en muchos espectáculos teatrales y eventos comunitarios para apoyar a la comunidad LGBTQ+.
César Romero y Boze Hadleigh no parecen tener una relación conocida. Ambos son personalidades del mundo del espectáculo, aunque de diferentes épocas y campos.
César Romero, fallecido en 1994, fue un actor de cine, televisión y teatro estadounidense de origen cubano. Es conocido por su papel del Joker en la serie de televisión Batman de los años 60 y por sus actuaciones en películas como “El prisionero de Zenda”, “La isla del tesoro” y “El hombre invisible”.
Por su parte, Boze Hadleigh es un escritor y presentador de televisión estadounidense que se ha especializado en temas de cultura popular y LGBT. Es autor de varios libros, entre ellos “Hollywood gays: conversaciones con Cary Grant, Liberace, Tony Perkins y otros 36 hombres famosos”, que explora la vida y la sexualidad de algunas estrellas de Hollywood del pasado.
En resumen, no hay una relación conocida entre César Romero y Boze Hadleigh.
Boze-Hadleigh y Brad-Davis se conocieron en un festival de música en el parque central de la ciudad. Ambos estaban allí para ver a su banda favorita tocar en vivo. Sin embargo, la presentación estaba a punto de comenzar y no había espacio para sentarse. Boze-Hadleigh estaba parado cerca de Brad-Davis y notó que él estaba teniendo problemas para ver el escenario debido a su baja estatura. Boze-Hadleigh se ofreció gentilmente a dejar que Brad-Davis se parara delante de él para poder ver mejor. Brad-Davis agradeció su amabilidad y juntos disfrutaron del resto del concierto, cantando y bailando al ritmo de la música. Después del espectáculo, intercambiaron números de teléfono y se despidieron con la promesa de volver a verse pronto. Así comenzó su amistad, que floreció a través de su amor por la música.