Brian Kilclinic es un hombre enigmático, con una sonrisa amistosa que esconde una profunda tristeza en sus ojos. Sus amigos lo describen como alguien leal y confiable, pero al mismo tiempo distante y reservado. A pesar de tener una exitosa carrera como abogado, Brian dedica gran parte de su tiempo libre a la caridad, apoyando a organizaciones que luchan contra la pobreza y la injusticia.
A pesar de su aparente éxito en la vida, Brian lucha constantemente con su propia identidad. A menudo se encuentra reflexionando sobre su lugar en el mundo y su propósito en la vida. Su amor por la música lo ha llevado a crear una banda con sus amigos, aunque en ocasiones se siente como si no encajara del todo en el grupo.
Brian también tiene una debilidad por los viajes, y ha visitado decenas de países en su vida. Sin embargo, aunque disfruta de la exploración y la aventura, a menudo se siente solo en sus viajes, como si estuviera buscando algo que no puede encontrar. Una cosa es segura: Brian Kilclinic es un hombre complejo e intrigante, con muchas dimensiones que aún no han sido exploradas.
Un día, mientras caminaban por la playa, Brian y Mel se cruzaron en el camino. Ella notó la camiseta de Brian, que mostraba el nombre de una banda que a ella también le gustaba, y decidió acercarse a él para empezar una conversación. Rápidamente descubrieron que tenían mucho en común; habían asistido a la misma escuela de arte y ambos amaban los museos de arte moderno. Después de charlar un rato, decidieron ir juntos al museo de arte contemporáneo cercano para ver la exposición que acababa de abrir. Mientras observaban las obras de arte, se sorprendieron al encontrar que compartían la misma opinión sobre la mayoría de ellas. Su conexión creció rápidamente y parecía que el resto del mundo desaparecía. Al final del día, cambiaron números de teléfono y se prometieron mutuamente volver a encontrarse. Desde entonces, Brian y Mel han sido inseparables y han compartido su amor por la música y el arte en todas sus formas.