Britney Vargas era una mujer luchadora y perseverante. Había pasado por muchas adversidades en su vida, pero siempre había salido adelante con una actitud positiva y una sonrisa en el rostro. Desde joven, tuvo que trabajar duro para poder mantenerse a sí misma y ayudar a su familia. A pesar de haber tenido que abandonar sus estudios para trabajar, nunca dejó de aprender y crecer como persona. Con el tiempo, logró abrir su propio negocio y se convirtió en una empresaria exitosa. Sin embargo, lo más importante para ella siempre fue su familia y amigos. Siempre se tomaba el tiempo para estar con ellos y disfrutar de los pequeños momentos de la vida. Ahora, en la madurez de su vida, se siente agradecida por todo lo que ha logrado y está lista para enfrentar cualquier desafío que se le presente en el futuro.