Bruno Compagnon (también conocido como Brune Compagnon) fue una figura importante en la Revolución Francesa. Nacido en Neufchâteau, Francia, en 1768, se convirtió en un abogado y comenzó a trabajar en París en 1789, en el momento en que estalló la Revolución. Se hizo amigo de importantes figuras revolucionarias, incluidos Robespierre y Saint-Just, y rápidamente se convirtió en un líder popular. Compagnon fue uno de los líderes más radicales de la Revolución Francesa, y en 1793, fue nombrado presidente del Comité de Salvación Pública. Bajo su liderazgo, se llevaron a cabo ejecuciones masivas de sospechosos de ser contrarrevolucionarios, y se intensificó el terror revolucionario. Sin embargo, su mandato en el comité duró solo unos meses, ya que fue destituido en septiembre de 1793. A pesar de su caída, Compagnon continuó siendo un defensor comprometido de la Revolución Francesa. Viajó por toda Francia, promoviendo la causa revolucionaria y tratando de convencer a la gente de que luchara por la igualdad y la libertad. Sin embargo, en 1794, fue arrestado bajo las órdenes de Robespierre, quien lo acusó de sabotear sus planes políticos. Compagnon fue llevado a juicio y condenado a muerte. Fue guillotinado el 29 de julio de 1794, junto a otros líderes revolucionarios, en la Plaza de la Revolución en París.