Carlo Alessandro Puri Negri (1908-1984) fue un arquitecto italiano que, tras graduarse en la Universidad Politécnica de Milán, comenzó su carrera trabajando en el estudio de Le Corbusier en París. Allí, aprendió las tendencias del racionalismo y el funcionalismo, que le influenciaron en su trabajo posterior.
Puri Negri trabajó en varios proyectos en Italia y en otros países, como Bolivia, donde diseñó el Estadio Hernando Siles para los Juegos Sudamericanos de 1950, o Venezuela, donde diseñó el Banco del Caribe y el Edificio San Ignacio, en Caracas.
Entre sus obras más significativas en Italia destacan el conjunto residencial de via Cagliero en Milán, el Conjunto habitacional de Ingria en Ivrea, la iglesia de San Germán en Monza y la Iglesia de San Giovanni en Roma.
Además, Puri Negri ejerció la docencia en la universidad y en diversos cursos de formación para arquitectos. En 1970 fundó la revista Casabella, que se convirtió en una publicación influyente en el campo de la arquitectura y la cultura.
Carlo Alessandro Puri Negri fue un arquitecto comprometido con la renovación de la arquitectura italiana después de la Segunda Guerra Mundial, y su obra representa el idealismo social y cultural de la posguerra en Italia.
Carlo Alessandro Puri Negri y Clio Goldsmith eran una pareja que se conoció a mediados de los años 80 en París. Carlo era un noble italiano y Clio una actriz británica que provenía de una familia adinerada. Se enamoraron y comenzaron una relación que duró varios años.
Durante su relación, la pareja fue muy activa en la lucha por los derechos de los animales y el medio ambiente. Carlo fundó la "Fondazione C.A.P. - Carlo Alessandro Puri Negri per gli Animali" en Italia para apoyar la protección de los animales y el bienestar animal. Clio también fue muy activa en la lucha por la protección ambiental y fue una de las fundadoras de la organización "Green Cross International" junto con Mikhail Gorbachev.
Desafortunadamente, la relación de Carlo y Clio terminó en tragedia cuando Carlo murió en un accidente automovilístico en el año 1991. Clio quedó destrozada por la repentina pérdida de su pareja y se dedicó aún más a su trabajo como defensora del medio ambiente y los derechos animales.
En la actualidad, el legado de Carlo y Clio continúa a través de las organizaciones que fundaron y de los movimientos en los que participaron. Su amor y compromiso por la protección del medio ambiente y los derechos de los animales siguen inspirando a muchas personas a trabajar por un mundo mejor.