Como modelo, Carlotta Christy fue una de las mujeres más famosas e influyentes del siglo XX. Descubierta por el fotógrafo Alvin Langdon Coburn en 1913, desde entonces protagonizó las portadas de revistas como Vogue y Harper's Bazaar, convirtiéndose en musa de los fotógrafos más importantes de la época. Además, Christy fue la primera modelo en entrar en el mundo del cine, participando en películas como "The Butterfly Man" (1920) y "Buried Treasure" (1921). A lo largo de su carrera, Christy se convirtió en una representante de la "flapper" y de la libertad y modernidad que caracterizaron los años 20. Después de retirarse del mundo del espectáculo, se dedicó a la pintura y al diseño de joyas, convirtiéndose en una reputada artista. Christy falleció en 1954 a los 55 años.
Carlotta y Christy conocieron a David Essex en un concierto en Londres. Estaban en la multitud, cantando y bailando, y de repente David apareció en el escenario. Era alto, moreno y guapo, con una voz increíblemente fuerte que llenaba todo el lugar.
Las chicas se miraron entre sí, con los ojos brillantes de emoción. Habían sido fans de David desde hace años, y no podían creer que estaban allí, en persona, viéndolo actuar en vivo.
David continuó cantando y tocando su guitarra, y las chicas se unieron a la multitud, bailando y cantando con entusiasmo. En un momento dado, David miró hacia abajo y las vio. Una sonrisa se extendió por su rostro, y se inclinó hacia el micrófono.
"¿Quiénes son esas chicas tan bonitas abajo?", preguntó, con una risa en su voz.
Carlotta y Christy se sonrojaron de vergüenza, pero no pudieron evitar sonreír también. Habían logrado llamar la atención de David Essex, y se sintieron increíblemente afortunadas.
Después del concierto, las chicas se quedaron para conocer a David, y se sorprendieron al descubrir que él era igual de amable y divertido en persona como en el escenario. Pasaron horas hablando y riendo juntos, y al final, se fueron con un sentimiento de felicidad y emoción que no podían explicar.
A partir de ese día, Carlotta y Christy siguieron asistiendo a los conciertos de David, y se convirtieron en sus amigos más cercanos y fieles fans. A menudo, recordaban aquel primer encuentro en Londres, y se sentían agradecidas por haber tenido la oportunidad de conocer a uno de sus ídolos de la infancia.