Carmen Castillo es una directora de cine chilena, nacida en 1945 en Santiago de Chile. Estudió diseño en París y comenzó su carrera como fotógrafa y documentalista en los años 70 en Chile, durante el gobierno popular de Salvador Allende. Durante el golpe militar de 1973, Castillo se exilió en Europa, donde trabajó en la industria del cine y se involucró en la militancia política. En los años 80, regresó a Chile y comenzó a trabajar en proyectos relacionados con los derechos humanos y la memoria colectiva, abordando temas como la represión política y la violencia en Chile.
En 1996, dirigió su primer documental, "Vendrá la muerte y tendrá tus ojos", inspirado en la poesía de Cesare Pavese y en la experiencia de su madre en un campo de concentración durante la dictadura. Desde entonces, ha dirigido varios documentales premiados internacionalmente, entre ellos "Calle Santa Fe" (2007), "General Pinochet and Me" (2008) y "La Flaca Alejandra" (2014), que abordan historias personales y colectivas de Chile.
Su obra refleja su compromiso político, su preocupación por la identidad y la memoria histórica, y su compromiso con los derechos humanos y la justicia social. En 2017, recibió el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales en Chile, en reconocimiento a su carrera y aportes a la cultura y la sociedad chilenas.
Carmen Castillo y Miguel Enríquez fueron una pareja chilena muy importante en la lucha contra la dictadura de Augusto Pinochet. Ambos eran militantes y dirigentes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), una organización política que buscaba la transformación social por medio de la lucha armada.
Castillo y Enríquez se conocieron en la universidad y comenzaron su relación amorosa en los años 60. Juntos se involucraron en las actividades del MIR y se comprometieron con la lucha contra el régimen militar.
En 1974, después del golpe de estado que derrocó al presidente Salvador Allende, Castillo y Enríquez se exiliaron en Francia junto a su hija Ana. Desde allí, continuaron trabajando por la causa revolucionaria chilena y participaron en varias acciones internacionales para denunciar la violación de los derechos humanos en su país.
En 1974, Miguel Enríquez fue asesinado por la policía secreta chilena, la DINA, en una operación clandestina en Santiago de Chile. Carmen Castillo continuó su lucha desde el exilio y se convirtió en una importante documentalista que retrató la vida y la lucha de los revolucionarios chilenos.
La relación entre Carmen Castillo y Miguel Enríquez es considerada un ejemplo de compromiso y amor incondicional por una causa política. Su historia es una inspiración para muchos jóvenes chilenos que hoy buscan la justicia social y la igualdad.