Carmen Llera, una mujer luchadora y apasionada, ha dedicado gran parte de su vida a ayudar a los demás. Como abogada, ha trabajado en casos difíciles donde la justicia no siempre se ha cumplido. Sin embargo, su perseverancia y dedicación han ayudado a muchas personas a obtener el resultado deseado.
Pero la vida de Carmen Llera no se limita a su trabajo. También es una amante de la naturaleza y el deporte, especialmente del senderismo. Con su mochila a la espalda, ha recorrido numerosas rutas en su país y en el extranjero, siempre disfrutando de los paisajes y aprendiendo de las diferentes culturas que ha encontrado en su camino.
Además, Carmen Llera es una gran defensora de los animales y ha participado activamente en campañas para protegerlos y crear conciencia sobre su trato. Su amor y respeto por todas las formas de vida se refleja también en su estilo de vida, siendo vegetariana y comprometida con prácticas sostenibles y cuidadosas con el medio ambiente.
En resumen, Carmen Llera es una mujer ejemplar que ha dedicado su vida a luchar por la justicia, a disfrutar y cuidar de la naturaleza, y a proteger a los animales. Su pasión y compromiso son una inspiración para todos aquellos que buscan hacer del mundo un lugar mejor.
Carmen Llera y Alberto Moravia mantuvieron una relación amorosa durante 15 años, desde 1967 hasta la muerte del escritor italiano en 1990.
Llera era una joven estudiante universitaria cuando conoció a Moravia en España, donde él había viajado para participar en un congreso literario. A pesar de la gran diferencia de edad entre ambos (Moravia tenía entonces 60 años y Llera, 23), pronto comenzaron una relación amorosa que estuvo marcada por la intensidad y la pasión.
Durante los primeros años de su relación, Llera y Moravia mantuvieron una especie de "doble vida", ya que él seguía casado con su segunda esposa, Elsa Morante, y preferían mantener en secreto su romance. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, Moravia comenzó a presentar a Llera como su pareja oficial y ella se integró en su círculo de amigos y colegas.
Según algunos testimonios, la relación entre Moravia y Llera tuvo momentos difíciles debido a la naturaleza celosa y posesiva del escritor, así como a su carácter a veces frío y distante. A pesar de ello, ambos mantuvieron su vínculo amoroso hasta la muerte de Moravia en 1990, a causa de una enfermedad pulmonar.
Después de la muerte de Moravia, Llera se dedicó a la difusión y el estudio de la obra del escritor italiano, y se convirtió en una de las principales expertas en su obra. También publicó un libro de memorias en el que relataba su relación con Moravia, titulado "Mi vida con Alberto Moravia".